Por: Silvia Brown
Tendencia es la dirección o rumbo de un mercado, por eso debemos tomar nota que cuando hablamos de tendencia en moda, estamos evaluando a la moda desde los resultados económicos y la incidencia de cada producto en los diferentes niveles de consumo.
La moda es un negocio que genera millones, mueve cientos de rubros, desde los medios gráficos, oficinas de marketing, organizaciones de eventos, agencias de modelos, fotógrafos, fabricantes de telas, tacos, herrajes, etc., etc. Miles y miles de puestos de trabajo. Por eso, la velocidad con la cual se mueve la moda está directamente relacionada con el consumo… todo lo que adquiriste la temporada pasada no puede terminar en la basura.
La década del noventa fue la que más impronta dejo en este sentido. Las crisis que sobrevinieron después del año 2000 nos fueron dando dimensión de un consumo obsceno, que hacía que hasta el cuerpo fuera reemplazable de a partes.
Vanguardia es todo lo que va por delante, pudiendo el término ser usado en política, arte o moda, es la propuesta de avanzada, y eso es lo que puede costarnos un tiempito de adaptación.
Los grandes diseñadores presentan su propuesta en la pantalla grande o en la alfombra roja, recién ahí las grandes marcas toman esas propuestas y las llevan a las pasarelas más afamadas: París, Milán, Cibeles, Londres, Nueva York, donde exacerban el diseño, presentándoselos a las élites más pudientes, las que pagan cifras exorbitantes por la exclusividad.
Las grandes tiendas compran las propuestas ya bajadas de tono y las presentan a una sociedad consumidora de tendencia… Una tendencia ya instalada, y así sucesivamente hasta llegar al canasto de saldos donde también se arrojan miles y miles de consumidores, un círculo perfecto, donde aunque seas de difícil adaptación, sin duda en alguna de estas etapas encontraras tu nicho, como bien supo explicarlo Miranda, protagonista del film El Diablo viste a la moda.
Desde hace algunos años las propuestas dejaron de ser uniformes. Hoy encontramos vidrieras con ofertas variadísimas. Si bien hay diseños que pegan fuerte y los tenemos hasta en la sopa, los diseñadores han intentado con éxito diferenciarse el uno de otro y así instalar la onda fulano de tal…
A la hora de cambiar de temporada debemos tener confianza en nuestra intuición, y ser severas en cuanto a las limitaciones, escuchar a los entendidos y finalmente todo a la licuadora. En moda suma más la nada de buen corte, que el todo rebuscado e incomprensible.
Pongamos en el tapete, altura, peso, edad y profesión. Pongamos en papel las posibilidades económicas. Lo básico y clásico… cuanto menos dinero tengas, de mejor calidad debe ser el producto: Comprar dos veces es mucho más caro.
Los caprichitos de la moda los podes lookear con tus buenos clásicos, pueden ser baratos y con onda, un buen zapato multiuso le va a dar un cierre de excelencia a tu equipo.
MAXIMA: Sólo tenés que ubicarte en el lugar al que perteneces dentro de la pirámide de la tendencia y relajarte en tu propio mar.
Para la próxima: Un divertido diccionario de definiciones
Hasta el jueves!!!
Silvia Brown