El 18 de julio de 1936, Jorge Luis Borges abandonó pasadas las 14 horas aquella mesa que ocupaba siempre en el Bar Iberia: Avenida de Mayo y calle Salta, justo en la esquina. Caminó tranquilo hasta Plaza de Mayo. Miraba detenidamente cada una de las ventanas, de cada conventillo en la zona. Tomó nota de dos o tres ideas mientras andaba. El flujo migratorio se consolidaba, por esos días, como el sustento dela Argentina que hoy se conoce. Cuando el almanaque reposaba sobre los años en blanco y negro, las noticias aún no corrían. Más bien, gateaban. A los pocos días de ese día, llegó la noticia: un golpe de estado había fracasado en España y se abrían las puertas de la Guerra Civil, un conflicto político, social y militar que enfrentó a fascistas y republicanos. El proceso se cerró recién en 1975, con la muerte del General Francisco Franco.
El Bar Iberia (antes llamadoLa Toja) concentraba la discusión sobre los acontecimientos que tenían lugar del otro lado del Atlántico. Allí, los militantes políticos, en su mayoría socialistas o anarquistas, evaluaban qué acciones tomar frente a la avanzada del franquismo. Levantaron las tacitas de café en esa esquina personajes como José Ortega y Gasset, Baldomero Fernández Moreno, Lisandro dela Torre, Alfredo Palacios y Torcuato de Alvear. Según consigna la historia popular, porque no hay datos oficiales, en las tertulias políticas de Iberia se formaron incontables comités militantes que enviaban ropa y alimentos a España, para los rebeldes que enfrentaban una dictadura en formación. Pero, no sólo eso. Diferentes artículos en la prensa gallega estiman que cerca de 500 voluntarios salieron desde esa esquina rumbo a la península Ibérica para enfrentar al fascismo.
El 5 de octubre de 2012, Esteban Prieto despertó, como todos los días, a las siete de la mañana. Se vistió con la camisa blanca, el pantalón negro y sus zapatos marrones. Caminó hasta el café donde trabaja, como encargado, hace 15 años. Abrió la puerta y miró las placas de bronce que decoran la entrada principal: “Esquina de la hispanidad”. Esteban conoce la historia. No la vivió, pero tuvo que estudiarla, porque es su historia también. Y se la contó a #PatrimonioBA: “El término esquina de la hispanidad está directamente relacionado ala Guerra Civil Española. En esa época, Avenida de Mayo era un lugar muy concurrido, donde se discutía mucho acerca de lo que sucedía en España. Y este bar era el lugar donde se juntaban los republicanos. En frente, cruzando la calle Salta, estaba el bar donde se reunían los falangistas. Aquí llegan cientos de turistas europeos, para conocer el Bar Iberia, el lugar donde los españoles que habían emigrado vivían lo que pasaba en la Guerra Civil. Hace poco vinieron de History Channel para hacer un documental dela Guerra Civil y filmaron acá. Reunieron a varias personas que lo habían vivido, que se juntaban acá en esos años y se volvieron a encontrar. Yo no podía creer el hecho de tener la historia viva en frente mío. Aún hoy se sigue hablando mucho de política en el bar. Café y política van de la mano. Más aún en un bar que queda de paso entre la CasaRosaday el Congreso. Aquí toman café, al mismo tiempo y en mesas separadas, dirigentes peronistas, dirigentes de centro izquierda y dirigentes trotskistas”.