Por: Emmanuel Angelozzi
Los Cafres y Dread Mar I musicalizaron la inauguración del ciclo de shows en el tradicional boliche quilmeño.
En un concierto repleto de sus inoxidables hits, Los Cafres abrieron el telón que cubría el nuevo escenario al aire libre instalado en The Roxy Quilmes. Guille Bonetto y su troupe tocaron “Dale”, “Es la música”, “Oxígeno”, “Momento”, “El ángel”, “Aire” y “Si el amor se cae”. El público colmó el lugar y cantó durante toda la noche.
Apenas dos semanas después, Dread Mar I y Los Guerreros del Rey regresaron a la ciudad de la cerveza para presentar las canciones de su último material discográfico, titulado “En el sendero”.
“Laberintos”, “¿De que me vas a hablar?” y “Entre tus brazos” fueron los encargados de iniciar una actuación coloreada por múltiples tintes de amor, despecho, bronca y ternura. Cuantitativamente, la audiencia femenina prevalecía ampliamente sobre la masculina. Ellas coparon los sectores más cercanos al cantante para demostrarle toda su admiración.
Dread Mar I en Quilmes. PH: Daniel Matt Bevi
Mariano Castro interpretó canciones de sus últimos tres discos de estudio. “No corras”, “Recuerdos”, “Nena” fueron los guías por un recorrido musical que en 2015 celebrará diez años de historia. “No me digas nada”, “No te amo” más “No encuentro el norte” conformaron un bloque de temas cuya contrariedad lírica contrastaba con sus jubilosas melodías.
“Buscar en Jah” y “Están planeando algo” transformaron en una crítica certera las apacibles palabras de “Mi amor” o “De lejos”. En “Más allá de tus ojos”, “Eso lo sé muy bien” y “Árbol sin hojas” la cantidad de celulares encendidos para tomar una fotografía o capturar un fragmento de las canciones superaba cómodamente a las manos libres para aplaudir a los músicos.
Tras “Dónde vive un sentimiento” y “La vida pensando”, llegaron “No convencerán” más la esperadísima “Tu sin mí”. Sin dudas, el hit más importante en la carrera del referente nacional del reggae lover provocó la ovación más cálida de la noche.
“No te asustes ahora”, “Nada” y el clásico “Promesas” finalizaron un concierto sobresaliente que demostró la vigencia de un artista cuya música cautivó ghettos, estadios y discotecas.