Por: Ariel Wolman
Ya sé que es de mal gusto dudar del equipo luego de haber goleado 5 a 0 a Godoy Cruz, que hasta hace algunas fechas era uno de los candidatos a pelear el torneo, y a pocos días de haberle ganado, también por varios goles, al último campeón del fútbol argentino.
Pero creo que es necesario mantener los pies sobre la tierra para no volver a cometer errores. Ya sabemos que si ganamos dos partidos seguidos podemos pelear arriba, en cambio si los perdemos otra vez volvemos a sufrir con la tabla de abajo.
En los últimos dos partidos River demostró que puede ser contundente. Lo que hay que ajustar aún es la defensa y, sobre todo, la concentración del equipo en los primeros minutos del partido.
Tanto contra Arsenal como ante Godoy Cruz pudimos haber empezado los partidos perdiendo, porque los rivales nos crearon situaciones peligrosas que no pudieron convertir. Luego sí pudimos hacerlo nosotros y supimos controlar los encuentros.
También, en ese sentido, deberemos aprender a no caernos cuando nos hacen un gol, porque hasta ahora no supimos dar vuelta ningún resultado cuando empezamos perdiendo.
¿Cuál es el verdadero River?. ¿El que le gana por goleada a Godoy Cruz o el que pierde con Vélez o Racing sin dejar nada?. ¿El que le mete 3 goles a Newell’s, pudiendo ser más, o el que termina casi pidiendo la hora contra el equipo rosarino?.
¿El que golea y tiene claro a qué juega o el que cambia permanentemente de jugadores?. Los triunfos traen tranquilidad, alivian y mantienen firme al técnico, un hombre muy querido por los hinchas y del cual muchos pedimos su renuncia al ver que no encontraba el equipo y un sistema de juego que convenciera.
Ahora es tiempo de seguir trabajando, con mucha más calma, pero con la misma intensidad. Para consolidar lo conseguido en las últimas fechas y para que no regrese nunca más aquel equipo incapaz de abastecer a los delanteros y que sufre en cada ataque rival.
Nosotros los hinchas disfrutaremos de esta semana y continuaremos alentando para volver a ver a River campeón, como nos merecemos!