Por: Ariel Wolman
Hace 10 años Argentina quedaba eliminada, en primera rueda, del Mundial de Corea – Japón. En ese entonces la frase que más se repetía, sobre todo en boca de Marcelo Bielsa, era: “Crespo y Batistuta no pueden jugar juntos”.
Sin embargo el técnico de River no solo pretende demostrar lo contrario sino que lo intenta con Funes Mori y Luna. Los resultados no son buenos, pero él cree que así el equipo puede ganar.
Más allá de evaluar si son buenos jugadores o si deben ser titulares en River, habría que proponerle al técnico que ponga jueces de línea en los entrenamientos. No importa quién dirija esos “picados”, pero sí o sí deben cobrarse los “fuera de juego”. Porque es inentendible que queden 10 o 12 veces por partido en off side. Sobre todo el mellizo.
El partido ante Rafaela no cambió mucho respecto al de Unión. Es verdad que generamos más situaciones pero, a su vez, no metimos ningún gol. Conclusión: sacamos un solo punto. ¿Inteligente?, no escaso.
Ponzio volvió a demostrar que juega solo, casi que habla otro idioma en este equipo. Sánchez es lo que dije el lunes. Por momentos parece crack y por otros comete errores infantiles. Mora no es el Chori y cuando baja a buscar la pelota no llega hasta la zona de peligro. Y a los laterales les cuesta gravitar por sus bandas.
El miércoles al menos Almeyda intentó algunos minutos con Lanzini y otros pocos segundos con Villalva. Quizás con el tiempo se convenza de que el tridente, al menos con estos jugadores, no funciona.
Lo de las lesiones ya es increíble. Dicen que puede suceder por la presión con la que juegan estos jugadores. Menos mal que no son cirujanos o pilotos de avión en situaciones de catástrofe.
Demos vuelta la página, pensemos en el próximo partido y recemos que en algún momento aparezca el equipo y nos regale no solo 3 puntos sino un buen rato de fútbol. Amén.
Ariel Wolman
@arielwolman