Por: Ariel Wolman
Está claro que no es un típico River de Ramón Díaz, pero claro… en los últimos tiempos nada fue típico para River. Sin embargo quedó demostrado por qué es un técnico ganador. Sin tener a aquellas figuras rutilantes ni al goleador del campeonato, estamos en la lucha por el título y con la ambición de ganarlo, después de muchos años.
El partido contra All Boys fue prácticamente un monólogo del equipo local. Ellos apenas tuvieron una situación que fue muy bien tapada por Barovero, quien demostró una vez más que debe seguir siendo el arquero de River.
La expulsión de Steffanato, a los 28 minutos del primer tiempo, le dio una gran superioridad al equipo de Ramón. Sin embargo otra vez volvió a costarnos la definición, al punto que ya creía que los de Pepe Romero nos iban a terminar empatando sobre la hora, como lo hizo Quilmes.
La falta de gol es un tema realmente preocupante, en un contexto muy favorable. Porque no hace falta decir que es mejor este problema y no estar haciendo cuentas para la tabla de abajo, como nos pasó en los últimos tiempos…
Los goleadores de River son, al menos por ahora, Lanzini y Luna, quien metió dos goles en un partido (Tigre). Demasiado poco, sobre todo en el caso de los delanteros. De Funes Mori ya no espero nada, más allá de que algún día diremos “¿viste que cuando se tranquilizara la iba a meter?”, aunque seguramente ya no será en nuestro club. Ayer al menos le dio el pase a Lanzini, aunque mi amigo Leo Zolotow asegura que él nunca miró a Manu, sino que se la quiso dar al “Chino”.
Iturbe está en un buen momento. Obliga permanentemente y contra All Boys tuvo algunas oportunidades para convertir, como el remate que le sacó Cambiasso abajo. Mora tuvo pocos minutos pero casi todos efectivos. En el segundo gol no tuvo nada de egoísmo y permitió que Luna nos diera el desahogo necesario para no sufrir con un hipotético, pero posible, empate sobre la hora.
Balanta es crack, creo que ya se puede afirmar, ¿no?. Vangioni fue una gran incorporación, como la del arquero. Ledesma jugó un partidazo y el resto del equipo acompañó muy bien.
Pero, como ya dije, la clave es el técnico. El que saca a Rojas para poner un tercer delantero, aún jugando con enganche. El que grita “Dale, dale o vamos, vamos” para que el equipo no afloje, o el que se pone loco porque sus jugadores hacen toques intrascendentes.
Estamos a solo 6 fechas del final del campeonato. Nos quedan partidos difíciles, pero a Lanús y a Newell’s también. Así que habrá que confiar en el trabajo del entrenador y en el esfuerzo de los jugadores para poder conseguir el tan ansiado objetivo: el título.
Buena semana
Ariel Wolman
@arielwolman