Por: Alejo Santander
Martín Ron es un artista de street art de Caseros, Buenos Aires, Argentina, y si me preguntan, de los mejores que hay. A veces pintando en colaboración de su hermano Federico, otras solo, otras con más artistas, sus obras van desde bandas de rock, pasando por escritores, hasta personajes surrealistas. Si bien maneja varias técnicas, lo mejor de su trabajo, son los mundos que él inventa.
Las obras de Martín Ron hay que verlas. Y no digo “hay que verlas” haciendo referencia a que las palabras no alcanzan para hacerles justicia, sino que además de eso, hay que verlas porque a muchas no se las puede explicar. Si lo intentáramos, correríamos el riesgo de terminar teniendo una conversación como esta:
-Hoy vi un tremendo mural en Caseros.
-¿Sí?
-Sí. Increíble.
-¿Cómo era?
-Era una mano gigante de mujer, sostenida por un brazo lleno de engranajes que era dirigido por un gordo que salía de la misma máquina. Y la mano, alimentaba una cabeza gigante de hombre, que con la boca abierta mirando para arriba, se preparaba para comer una vaca. ¿No es genial?
No quiero ni imaginar la cara de nuestro interlocutor.
Martín Ron creó su mundo, uno con sus propias reglas. Una tortuga marina saliendo de una pared en Barracas , un caracol gigante tirando de una carreta, máquinas mitad hombre mitad metal y tornillos, un sin fin de realidades paralelas. Un universo de fantasía en las paredes de Buenos Aires, que puso en la calle para que todos pudiésemos ver.
Dato 2013: Este año, junto a su hermano y un grupo de alumnos, Martín trabajó en la Línea A de subte de Buenos Aires, en el primer tren de Argentina y Latinoamérica, en ser pintado artísticamente en su totalidad.
Martín Ron en la pared: