Por: Sucio y Desprolijo
El viernes 5 de abril nos fuimos hasta San Miguel para asistir al concierto del Tano Marciello y su banda. No es la primera vez que veíamos a este monstruo de la guitarra haciendo sus canciones. Si bien la mayoría lo conoce por ser el guitarrista de Almafuerte (previo paso en bandas como por ejemplo El Reloj) no debería perderse la oportunidad de ver todo su virtuosismo en primera persona.
El Tano se planta al medio del escenario y toma el rol de cantante, desde allí comanda una banda que suena ajustadísima y que, además, se divierte tocando. Desenfunda su guitara y comienza a darnos un recorrido por su discografía: Puesto en Marcha (2001), De Pie (2004) e Identificado (2010). En estas canciones se lo puede apreciar en su totalidad: desde un riff furioso, hasta los clásicos instrumentales, dejando filtrar un tema de Almafuerte hasta darnos esos solos que te ponen la piel de gallina.
Por XLR pasaron temas como “Aunque nos pese el infierno”, “Banderas rojas”, “Motivo ciudadano”, “Libre de temor”, “Adelante”, “Te vi pelear”, “Vamos a dar un concierto”, “Encuentro”, “El Pucara”, “De noble corazón”, “Buena suerte”, “Me fui de viaje”, “Querido padre”, “Donde esta mi corazón”, “Alma”, “Rompe barreras”, “Un caso en un millón”, “Va bene”, “La matanza”, “Con calor al despertar”, “Vengo” y “Tenga mano tallador”.
Fue un show palo y palo, con pocos lugares para respirar y varios momentos de humor en la voz del Tano. La complicidad con el resto de la banda es envidiable, se buscan con la mirada, se sonríen, se hacen gestos, muecas y cada uno tiene el espacio para su “solo” y dejar en claro porqué están ahí más allá de los apellidos.
Recomendamos que vayan a ver al Tano, vale la pena escuchar sus canciones, disfrutarlo en vivo, apreciar cómo se mueve y toca acompañado por gente querida, por su gente: Melina Marciello en batería, Pablo Marciello en teclados y Leo Radaeli en bajo. Hay vida más allá de Almafuerte y el Tano lo deja más que claro en cada presentación que realiza. El rock puede estar orgulloso de los hijos pródigos que la familia almafuertera va dejando.
Crédito Fotos: Lautaro Bustamante