Seguridad en redes inalámbricas

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Sin duda, las redes Wi-Fi o inalámbricas se han convertido en verdaderas aliadas de los usuarios que necesitan estar conectados a Internet en forma permanente. Sea, que estemos viajando o fuera de la oficina. Hasta contando con una conexión propia, más de una vez nos quedamos sin acceso a Internet o bien la red está muy saturada y buscamos un WiFi. Entonces elegimos conectarnos desde cualquier sitio –público o privado. Pero ¿sabemos de los riesgos que ésto puede tener?
De acuerdo a una encuesta realizada por ESET Latinoamérica,  el 36.5 por ciento de los usuarios se conecta a cualquier red inalámbrica sin importar si es de confianza o cuenta con las mínimas normas de seguridad.

Como primera medida, no hay que alarmarse. Existen medidas de prevención simples que nos ayudan a estar protegidos aunque en algunas ocasiones tengamos que conectarnos inevitablemente a redes públicas.

1) Verificar la conexión: es importante que la conexión a la cual se está intentando acceder cuente con algún tipo de protección, por ejemplo de una contraseña. También es recomendable saber el tipo de cifrado de la red, preferiblemente WPA o WPA2, que son las más seguras, y no  WEP que hoy en día es fácilmente vulnerable para crackers y hackers.

2) Optar por red pública: cuando nos indica configurar si se trata de una red hogareña, corporativa o pública, lo conveniente es escoger la última opción. De este modo, el equipo adopta unas configuraciones de seguridad más restrictivas y nos permitirá administrar de manera adecuada la privacidad y los recursos compartidos.
Para el caso de operar desde smartphones, antes de conectarse a una red Wi-Fi, la persona debe comprobar que las aplicaciones móviles que trasmiten información encripten los datos que envían. Si el software del equipo no tiene este tipo de protección, la mejor opción es evitar conectarse a redes públicas.
Otra recomendación en este sentido, es evitar el uso de servicios que requieren información sensible, por ejemplo, entidades bancarias.

3) Cifrar la red: En el entorno del hogar o pequeñas empresas, es importante que los usuarios cambien las credenciales de acceso que vienen instaladas por defecto en el router. Pensando en el uso hogareño WPA permite la entrada de claves manualmente. Lo que se conoce como PSK (Pre-Shared Key o Clave Compartida de Antemano). Es decir, sin servidor de autenticación para que sea más simple la gestión de los usuarios sin exponerlos a riesgos. Todo lo que el usuario necesita hacer es ingresar la clave, también conocida como Clave Maestra en el punto de acceso o router wi-fi y en cada una de las computadoras que estarán conectadas a la red. Esta contraseña, al ser ingresada en ambos extremos, nunca se transmite por aire, por lo que resulta una forma muy segura. Es recomendable crear una contraseña larga, de al menos 14 caracteres, en la que hay letras con intercambio de minúsculas y mayúsculas, números y hasta signos.
Otra de las medidas que se pueden adoptar es definir qué servicios y puertos pueden estar disponibles para el acceso externo a la red, cuando el router lo permite.

4) Redes invisibles paraextraños: el SSID (Service Set Identifier o identificador de conjunto de servicios) es un estándar wi-fi que permite limitar el acceso. El SSID es comparable a un dominio o grupo de trabajo. Se puede pulsar la opción “ocultar el SSID” para que no aparezca, cuando otros usuarios aledaños a la casa estén rastreando redes inalámbricas disponibles. De este modo, la red no estará visible para extraños que quisieran inmiscuirse. En caso de no utilizar el SSID, es importante no llamar a la red inalámbrica con tu nombre o el de tu empresa.

En definitiva, existen medidas de prevención que nos dan mayores garantías al operar de forma segura y poder gozar de todos los beneficios que se nos presentan para estar conectados a Internet.