El viaje de la planeación estratégica

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A pesar de tener más de una década dedicándome a estos asuntos de la planeación, durante varios años me fue complicado explicar en términos sencillos y prácticos el valor real de la planeación estratégica. Lailuminación me llegó en un viaje, que poco tuvo que ver con negocios. Hace algunos años, cuando asistía al EMEA Global Congress del Project Management Institute en Budapest, Hungría, decidí que no viajaría al otro lado del mundo sólo para conocer las últimas tendencias de la industria, por lo que tomaría algunos días de vacaciones después del evento. El plan era visitar Praga y Viena, para luego regresar a Budapest y abordar mi avión de regreso al Nuevo Mundo.

En Viena, tuve la grandilocuente idea de cambiar súbitamente mi plan, sin ningún tipo de recaudo ni planeación – ¡a pesar de dedicarme a esto! – Siempre había querido conocer Ámsterdam, por lo que reduje mi estadía en Viena, de dos días a sólo uno y tomé el primer tren a Ámsterdam.

Así empezaron los problemas que terminaron en mi epifanía. Primero me tuve que enfrentar a pasar doce horas en un tren que no tenía disponibilidad de coches cama ya que era el del horario matutino, lo que no me permitió descansar, requisito necesario después de no haber dormido la última noche en Viena. Dado que era mediados de mayo, plena temporada alta, no conseguí una sola habitación disponible, ni en un hostal, ni en hoteles de gran turismo.

Cuando finalmente logré abordar el avión de regreso, me encontré con el CFO de una importante constructora con la que había trabajado años atrás. Mi estado no era el mejor para una reunión de negocios improvisada. Horas después pude llegar a casa para darme un bueno baño.

La relación entre esta anécdota y mi descubrimiento interno pasa por el hecho de que la mayoría de nosotros seguramente planeamos, al menos mentalmente, una estrategia y un plan de acción cuando decidimos hacer algún viaje. Piensen la estructura mental utilizada para iniciar cualquier viaje, primero usted define a dónde quiere llegar, luego cómo quiere llegar y después desarrolla un plan con objetivos específicos para el viaje, terminando con un presupuesto. ¿Lo había visto de esta forma?

Paso 1. Definir una visión, usted debe elegir a dónde quiere dirigirse, cuál es el destino final. El destino debe ser claro, preciso, un boleto a Budapest, no le servirá para llegar a Ámsterdam. Tenga en cuenta esto, si usted no viaja solo, su visión debe ser compartida por sus compañeros de viaje, no importa que sea usted el que lo pague, o el que lo lidere, la única forma de llegar a su destino sin sobresaltos, es asegurarse de que todos estén convencidos del destino final.

Paso 2. Establecer una misión. ¿Cuál es el propósito central del viaje? Siempre que viaja, lo hace con un motivo, rara vez lo hace “porque sí, nada más”. Puede estar viajando para aprender de otra cultura, puede que lo haga por diversión y placer, seguramente por negocios. Sea cual fuere, usted tiene que definir cual es la misión del viaje, si no se perderá en el camino y no entenderá por qué se encuentra donde está. De la misma forma la misión de su empresa o la de su desarrollo profesional, debe ser motivadora, para usted, y para quien lo acompañe en el camino.

Paso 3. También debe tener en cuenta a los grupos de interés, en un viaje, el cónyuge, los hijos, los padres, el trabajo, todos aquellos que se verán de alguna forma impactados por el viaje son sus grupos de interés, no los deje de lado, las consecuencias no pueden ser buenas. ¿Se imagina no avisarle a su esposa que hará un viaje, y simplemente lo emprende?

En la empresa los grupos de interés que deben ser tomados en cuenta son los clientes, los colaboradores, los proveedores, los socios de negocio, la sociedad – incluyendo el gobierno – y los accionistas, entre otros. En el desarrollo profesional, generalmente también es la familia y la empresa en la que trabaja. Finalmente son los grupos de interés los que le darán soporte en su viaje.

Paso 4. Establezca sus objetivos. Qué lugares visitará en el camino, qué debe conocer sí o sí, qué es prescindible si el tiempo o las circunstancias no lo permiten. Cada objetivo es un escalón hacia el final de la escalera, son los pasos que debe dar para concluir su viaje, para cumplir su visión y misión con entera satisfacción. Si usted se aparta de los objetivos, terminará confundido y perdido en el rumbo. Si está en un viaje de placer, y termina encerrado dos días en el hotel concluyendo presentaciones “urgentes” del trabajo, estoy convencido de que sus compañeros de viaje no lo disfrutarán nada, ni usted mismo lo hará.

Paso 5. Previo a emprender el camino, desarrolle un presupuesto para saber si es viable o no el viaje, si su destino y la forma de llegar son alcanzables con los recursos que tiene. Si es viable, entonces asegúrese de ajustarse lo más posible al presupuesto, para tener la certeza más cercana, de qué podrá concluirlo sin contratiempos.

En los negocios y en el desarrollo profesional, el principio es el mismo, no mire su cartera antes de definir su visión ni su misión. Si luego no le alcanza, usted podrá hacer lo mismo que hace cuando viaja, reduzca sus expectativas del destino mientras ahorra para el que eligió inicialmente. La falta de recursos no debe impedirle iniciar el viaje, para eso están los planes, finalmente como siempre me gusta decir: la distancia entre un sueño y la realidad, es sólo un plan de acción.

Paso 6. Escriba, ponga en tinta y papel un plan de acción, todos los pasos a seguir, para el antes, el durante y el después. Este plan de acción no debe que ser rígido, en cualquier viaje, en vacaciones, en los negocios o en el desarrollo profesional, necesita ser flexible para enfrentar los imprevistos, para adaptarse a los cambios, y para divertirse también, empero necesita ceñirse a éste, en la medida de lo posible, para alcanzar sus objetivos, que derivan en el cumplimiento del propósito y en el alcance de su destino.

En su próximo viaje, le invito a que haga consciencia de cómo estructura su viaje y como aplica, aún de forma inconsciente, todos los conceptos básicos de la planeación estratégica. Después pregúntese, si lo aplicamos para algo tan corto como un viaje de vacaciones ¿No deberíamos hacerlo también, consistentemente, para los viajes más largos de nuestras vidas: nuestra empresa y nuestro desarrollo profesional?

Por Marcelo Tedesco, consultor e investigador experto en transformación empresarial