Por: Leandro Edelstein
Hoy, 20 de junio, pensaba escribir una nota relacionada a la tarea de artistas argentinos en torno a la bandera nacional: ¿Cómo la utilizaron? ¿Por qué se la apropiaron para construir obra personal? ¿Qué quisieron decir? Pero no. La investigación me llevó a otro lugar. Mejor dicho, a una persona: Sergio Avello. Su nombre me sonaba, conocía algún trabajo suyo, a algunos de sus amigos y nada más.
Encontré esto: Sergio Avello fue un gran pintor, artista lumínico y DJ. Su producción estuvo vinculada a la abstracción y a la utilización del color y la luz. En la década del 80 expuso en discotecas y espacios no tradicionales de Buenos Aires. Además fue miembro fundador de Proa. Nació en Mar del Plata, en 1964, y murió en Buenos Aires, en mayo de 2010, a sus jóvenes 46 años.
Avello dedicó buena parte de su tiempo a pintar, realizar y construir banderas argentinas. Lo hizo con luces, telas y cueros. De hecho, para algunos entendidos, su obra consagratoria es Bandera, presentada en la Bienal del Mercosur en 2003. A propósito de esta obra, Ana Martinez Quijano escribía para Ramona: “Como un símbolo de los avatares que han signado la historia de nuestra patria, unas luminosas bandas blancas y celestes se van encendiendo hasta brillar, pero como si el mecanismo que las alimenta se hubiera agotado, comienzan a titilar hasta casi apagarse. Y luego, de vuelta a empezar; como en la vida real”.
También Avello realizó la escultura lumínica Volumen, situada en la explanada de acceso al Malba, sobre la avenida Figueroa Alcorta. Es un enorme medidor de decibeles, de más de siete metros de altura, que traduce la contaminación sonora en un juego de luces.
Este es el humilde homenaje, en el Día de la Bandera, a Sergio Avello, un artista que utilizó el símbolo patrio para hablar de nuestra identidad nacional.
Recomiendo ver también el video del Mapping en el MNBA, realizado por Avello.