De La Gran Piñata: Varios corazones y un solo camino

#AscensoRock

“El 31 de enero vamos a estar por primera vez en Vorterix. Sí loco, en Vorterix, no lo podemos creer”. Desde aquel 30 de noviembre, tras el anuncio de “Panter” a los Piñateros en una Trastienda repleta, se comenzó a imaginar lo que sería este recital. Dos meses después, la cuenta regresiva llegó a cero… “Figurita de un sueño, este verano es mío”

"Figurita de un sueño"

“Juntó a sus amigos, se puso una banda…”

Fue una noche llena de emociones tanto arriba como abajo del escenario y sin dudas, inolvidable. De La Gran Piñata, esa banda de Berazategui que supo meterse en los auriculares de muchos, y hasta en las pieles de otros, estaba por dar un nuevo gran paso en esta carrera que ya lleva diez años, y #AscensoRock comprobó que el techo lo tiene cada vez más y más lejos.

“Sonríe por vos, sonríe por mí. Sonríe por todas las cosas que te hacen feliz”. Y así estaban los ansiosos que esperaban que el reloj marque las 21:00 para que arranque el show, felices. Apenitas pasada la hora acordada, “Panter”, Lucas, Nico y Ale salieron a hacer lo que mejor les sale: transmitir sentimientos mediante la música. Con ‘Melodía para ver fantasmas’ comenzaron un show de 23 canciones que no dieron respiro para bajar la adrenalina. Claro, si “no hay que darle al tiempo lo que no es de él”.

‘Introspectivo’, ‘Clonazepam’ y ‘Fe de ratas’ siguieron, y de a poco el calor se iba haciendo sentir. Con ‘Quizás así’ comenzaron las primeras rondas en el centro de la sala, acompañado del típico aplauso de chacarera. “Gracias che por estar acá. En julio del año pasado tocábamos en el Roxy y estábamos contentos, y ahora estar acá, nada. Es una locura”, confesaba un Lucas de ojos vidriosos y “una sonrisa de ojos negros”.

“Tomala vos, dámela a mí. Quiero Piñata en el Cosquín”, se comenzó a escuchar en Vorterix y desde el escenario sobraron los aplausos. De tanto sonar ese cantito durante todo el 2013, De La Gran Piñata llegó al festival más importante del país: Cosquín Rock, y nada menos que en el escenario principal. “Si nadie me calla, sabés, me van a escuchar gritando”.

‘La puerta detrás del ropero’, ‘Under’, ‘Borracho’ y un nuevo agradecimiento de “Panter” Darío Giuliano, -entre más de un suspiro entrecortado- a su público, dieron el pie al primer invitado: Ángel, de Proyecto Ñandú, uno de los principales pilares de la banda. Juntos hicieron una gran versión de ‘Malas noticias’.

De La Gran Piñata es la gente y los músicos, una perfecta armonía. Una unión que no muchos suelen conseguir. Son uno. Y eso se notó en uno de los momentos más emocionantes de la noche: ‘Norte’. Todos los Piñateros se agacharon contemplando a la banda que adoran. Estrofa tras estrofa el coro iba haciéndose más fuerte, con voces quebradas, abrazos interminables y lágrimas que no lograron esconderse.  “Y cuando los sueños son de tal calibre, no hay despertador que los pueda bajar”.

"Pero cuando unos ojos te miran así..."

“Pero cuando unos ojos te miran así…”

Sonó ‘La petisa inflamable’ también, un tema que aún no se ha editado en los discos de estudio y que en esta ocasión tuvo como invitado a Bruno, de la banda uruguaya Once Tiros. Siguió ‘Canción de cuna’ y luego llegó el combo de letras que tocan el sentimiento más profundo de las personas: el amor. Momento para que las chicas se suban a los hombros de algún “alma buena” que se ofrezca y las lleve para adelante a cantar ‘Sonrisa’, ‘Josefina’, ‘Veredas’ y la hermosa y siempre robadora de besos ‘Anguilita’. “Y verte más que nada…”.

Imposible distinguir quiénes estaban más emocionados después de una hora y media de conexión, si los que estaban debajo de las tarimas o los de arriba, quienes con las luces azules que tapaban sus rostros, podían disimular un poco más. Las miradas de los cuatro del escenario no iban dirigidas a un punto fijo como suelen hacerlo muchos músicos, iban dirigidas a vos, a mí, al que estaba a tu lado, a uno por uno de los que compartían esta velada. Se sintieron “pasiones que dan escalofríos”.

En un clima ideal se dio paso al último invitado y al que más aplausos se llevó: Alejandro Kurz, cantante de El Bordo, quien los ha apoyado mucho en este largo recorrido. Con un agitado “El Bordo baila su rocanrol” de fondo, hicieron juntos  una excelente versión de ‘Release’, de Pearl Jam, continuada de ‘Montaña rusa’. “Es un honor que esté Ale acá”, confesó “Panter” entre aplausos.

El show iba llegando a su fin. ‘Residuos’ y ‘30000 luces’. El pedido de justicia por Luciano Arruga también estuvo presente en Colegiales, y al grito de “El que no salta es militar” se recordó el quinto aniversario de su desaparición.

Y como ya es una costumbre en un recital piñatero, aparecieron los coloridos globos que estaban esperando hacía más de tres horas ser liberados tras el primer acorde de ‘El postrecito’, una de las últimas de la noche.

La ronda más importante llegó tras ‘Puta’, de la mano de ‘Despertador’. “Vamos abriendo la bolsa”, pidieron “Panter” y Lucas, quienes desde el escenario y a los saltos contemplaron la energía que aún les quedaba a los Piñateros.

Con dos horas reloj de show, tras el anuncio de una nueva fecha el 21 de febrero en Groove, y el recordatorio de su presencia en el día 1 del Cosquín Rock, De La Gran Piñata cerró su show como nos tiene acostumbrados: con ‘La historia de la mosca y la araña’. Nuevamente llegarían los llantos y los largos abrazos, concluyendo el irrepetible 31 de enero de 2014 que quedará marcado para siempre en los que estuvimos allí presentes.

Porque esta Piñata se infla entre todos. Verlos crecer día a día enorgullece, te hace formar parte, te involucra. De “telonear” a ver cómo se fue ganando un lugar en la casa de muchos, en la vida de tantos y en la piel de algunos. Demuestra que “todo ha valido la pena…”.

De La Gran Piñata, ya sos un gran león.

Por Noelia Tegli / ascensorock@frecuenciazero.com.ar

De La Gran Piñata visitó #AscensoRock en diciembre de 2013 y nos regaló este acústico por Frecuencia Zero.