Por: Adriana Santa Cruz
En una época en que determinados soportes nos exigen economizar caracteres y tiempo, los mensajes abreviados crean un nuevo sistema de codificación en el que las vocales empiezan a ser sacrificadas, y los emoticones pasan a traducir estados de ánimo o a indicarnos cómo leer determinada frase.
Si recurrimos a la Lingüística, vemos que uno de los criterios de textualidad es la situacionalidad que representa los factores que hacen que un texto sea relevante en una situación comunicativa. Entonces, usar abreviaturas o contracciones en el chat o en los mensajes de texto no atenta contra el lenguaje siempre que sepamos que en otro contexto ese mismo mensaje deberá ser codificado de otra manera. Lo que hacemos ante un nuevo soporte es adaptarnos a este, plantear nuevas normas y privilegiar la eficacia comunicativa.
Frente a algunos pesimistas que consideran que nuestra Lengua va camino casi a su disolución, otros defienden esta nueva escritura que se relaciona más con una admirable capacidad que tenemos para comunicarnos, aun con reglas de juego completamente diferentes a las tradicionales.
Sin embargo, si salimos del chat o de los mensajes de texto, conviene conocer un poco más acerca de las abreviaturas y de los símbolos que no siempre son bien utilizados.
Una abreviatura es la representación gráfica reducida de una palabra o grupo de palabras, obtenida por eliminación de algunas de las letras o sílabas de su escritura completa. Siempre se cierra con un punto.
Existen dos procedimientos para formarlas:
- Por truncamiento, suprimiendo letras o sílabas finales: cód. por código, art. por artículo. En este caso, la abreviatura nunca debe terminar en vocal: pról., y no pró. ni prólo., como abreviatura de prólogo.
- Por contracción, eliminando letras centrales y dejando solo las más representativas: dpto. o depto. por departamento, admr. por administrador.
Es importante recordar que las abreviaturas varían en género y número: Lcdo., Lcda. (licenciado, licenciada); pág. o págs., según sea singular o plural. En abreviaturas formadas por una sola letra, el plural se expresa duplicando esta: ss. por siguientes, EE. UU. por Estados Unidos. Según vemos en pág., las abreviaturas también llevan tilde.
En general, se escriben con mayúscula o con minúscula según corresponda a la palabra o expresión abreviadas. No obstante, existen numerosas excepciones, y así, siempre se escriben con inicial mayúscula las que corresponden a fórmulas de tratamiento, incluso las que se escriben con minúscula cuando se desarrollan: Ud. por usted, Sr. por señor, D. por don.
El símbolo, en cambio, es una abreviación de carácter científico-técnico. Los símbolos más comunes son los referidos a unidades de medida (m, kg, lx), elementos químicos (Ag, C, Fe), operaciones y conceptos matemáticos (+, , %), etcétera.
Los símbolos constituidos por letras son semejantes a las abreviaturas, pero se distinguen de ellas en los aspectos siguientes:
- Se escriben siempre sin punto: cg por centigramo, N por Norte, He por helio.
- No llevan nunca tilde, aunque mantengan la letra que la lleva en la palabra que representan: a (y no á) por área y ha (y no há) por hectárea.
- No varían de forma en plural: 25 km por veinticinco kilómetros, 2 h por dos horas (aunque se haya generalizado su uso, hs no debería usarse porque no es una abreviatura).
Volviendo al tema inicial, algo para destacar es que la Real Academia española junto con la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA) presentaron hace poco Escribir en internet. Guía para los nuevos medios y las redes sociales. Este libro recoge recomendaciones y estudios de más de cuarenta expertos sobre cortesía en la red, correspondencia electrónica, reputación en línea, español global, escritura colectiva, redacción para blogs, mensajería instantánea, gestión de comentarios, redes sociales, emoticonos, accesibilidad y todo lo que hoy resulta necesario para trabajar con corrección en la Red. Resultará interesante ver cómo se conjugan los términos “Red” y “corrección” en la práctica. La polémica sigue abierta.