Una prosa bien construida

#AsíSeEscribe

Cuidar nuestra escritura depende también de no cometer ciertos errores que se agrupan bajo el nombre de “vicios de dicción y de construcción”. Tienen nombres que provienen de la retórica y que por sí mismos no aclaran mucho, pero en cuanto leemos los ejemplos, nos damos cuenta de lo habituales que son. Los de construcción, específicamente, son más difíciles de detectar y requieren de una lectura atenta para que el texto no pierda su eficacia comunicativa. Analizaremos algunos de esos “vicios” para aprender a evitarlos.

Silepsis

Se produce cuando se alteran las reglas de concordancia. Algunos casos especiales para tener en cuenta:

  • de tipo o de carácter + adjetivo. El adjetivo debe ir en masculino singular, pues debe concordar con las palabras tipo o carácter: Es una pintura de carácter simbólico.
  • lo + adjetivo + que. El adjetivo de esta estructura enfática debe concordar en género y número con el sustantivo al que se refiere: Esto demuestra lo cariñosos que son los niños.
  • Sujeto con dos elementos en singular unidos por tanto… como. El verbo debe ir en plural: Tanto mi hermano como su novia iban pendientes del camino.
  • Sujeto con un sustantivo colectivo. Cuando uno de estos sustantivos funciona como núcleo del sujeto, el verbo debe ir en singular, así como los pronombres o adjetivos a él referidos: El rebaño inquieto se aleja definitivamente.
  • Sujeto con cuantificador + de + sustantivo en plural. Los sustantivos cuantificadores son singulares, pero designan una pluralidad de seres de cualquier clase; la clase se especifica mediante un complemento con de cuyo núcleo es, normalmente, un sustantivo en plural: la mitad de los animales, la mayoría de los profesores, una minoría de los presentes, el resto de los libros, el diez por ciento de los votantes, un grupo de alumnos, un montón de cosas, infinidad de amigos, multitud de problemas, etc. La mayor parte de estos cuantificadores admiten la concordancia con el verbo tanto en singular como en plural. Ejemplo: La mitad de los alumnos respondió/respondieron el cuestionario en forma correcta.

Anacoluto

Son frases rotas en las que la segunda parte de la oración no se corresponde con la primera: Cierta literatura aparte de entretenernos, su función tendría que ser también educativa.* (Correcciones posibles: Cierta literatura, aparte de entretenernos, debería educarnos/La función de cierta literatura, aparte de entretener, tendría que ser la de educar).

Zeugma

Este error surge cuando usamos la elipsis (supresión de un término) incorrectamente. Ejemplo: El jugador de San Lorenzo, que marcó dos goles y le fueron anulados otros dos…* Lo correcto hubiera sido: El jugador de San Lorenzo que marcó dos goles y al que le fueron anulados dos…

Pleonasmo

Consiste en utilizar palabras innecesarias que no añaden nada nuevo a la idea que se quiere transmitir. En Te repito de nuevo que no sé nada,  la construcción “de nuevo” resulta redundante.

Anfibología

Se produce cuando a una frase se le puede dar más de una interpretación (por supuesto no nos referimos a la ambigüedad como recurso intencional): María estudia inglés y francés, pero le cuesta su pronunciación. (¿La del inglés o la del francés?). Muchas anfibologías se producen por el uso incorrecto del pronombre “su”.

Cacofonía

Es la repetición de sonidos o de sílabas que provocan rimas poco recomendables en la prosa. Ejemplo: La disposición de mi habitación me resultaba incómoda.

En síntesis, evitar estos defectos en la prosa nos permite aprovechar las posibilidades del orden oracional y ser claros en nuestro mensaje; además nos garantiza que el receptor interprete correctamente el significado del texto.