Por: Adriana Santa Cruz
No es la primera vez que nos dedicamos a los verbos. Nos cueste o no, usarlos correctamente es signo de una buena escritura, y una buena escritura implica aprender el significado de los tiempos y de los modos verbales, así como aprovechar cada uno de sus matices.
En esta oportunidad, entonces, vamos a repasar los usos del presente y del futuro del modo indicativo para analizar la gran cantidad de posibilidades expresivas que nos brindan estos tiempos.
PRESENTE
- Presente actual: Ahora escribo un mail.
- Presente permanente o general: se usa para expresar acciones o situaciones de carácter general o inmutable. Dentro de este distinguimos:
a) Presente gnómico: enuncia juicios generales o intemporales. Se emplea principalmente en sentencias, definiciones, enunciados científicos, máximas, refranes y aforismos: Las ballenas son mamíferos; Perro que ladra no muerde.
b) Presente empírico: expresa acciones o situaciones de carácter general, relacionadas con el entorno personal inmediato: No nos gusta volver tarde.
c) Presente descriptivo: se emplea con los llamados verbos de estado (ser, estar, hallarse, tener, etc.): Nuestra habitación está iluminada.
d) Presente analítico: se lo usa en las citas, en la interpretación de ciertos pasajes y, en el estilo periodístico, en los pies de las fotografías: La novela narra la historia de una mujer que vive sola; El presidente le toma el juramento al nuevo ministro.
e) Presente habitual, cíclico o iterativo: expresa acciones o procesos que se reiteran: Desayuna en su oficina.
En otros usos el presente indicará un tiempo objetivamente pretérito o futuro:
- Presente histórico: se usa para narrar hechos pasados. De este modo, se logra, desde el punto de vista expresivo, mayor realismo o actualidad en el relato (puede ser sustituido por los pretéritos perfectos simple y compuesto o por el imperfecto): Colón descubre América en 1492.
- Presente con valor de futuro o prospectivo: se refiere a acciones o procesos que se sitúan en un futuro inmediato. El hablante tiene certeza de su realización o los considera inevitables: Mañana salimos de vacaciones.
- Presente de mandato o exhortativo: se usa con valor de imperativo: Ahora, entregan los exámenes.
- Presente con valor condicional: Si mañana no trae los documentos, lo voy a denunciar.
- Presente con valor dubitativo: se usa para expresar una acción probable o dudosa, acompañada de un adverbio o giro modalizador: Posiblemente, llega en ese correo.
FUTURO IMPERFECTO
- Futuro prospectivo: indica acciones venideras o que van a tener lugar en un futuro real: Mañana llegaremos a tiempo.
- Se lo emplea para indicar una acción simultánea o posterior a otra acción futura señalada por el contexto: Cuando regreses, estaré durmiendo (simultaneidad): Cuando regreses, saldremos a cenar (posterioridad).
- Futuro de obligación o de mandato: se utiliza con un valor equivalente al del imperativo para expresar una orden: Los trabajos se entregarán en una carpeta.
- Futuro hipotético o de probabilidad: se emplea para enunciar hechos probables: Tendrá 40 años (aproximadamente).
Algunas de sus variantes son:
a) Futuro de modestia: se utiliza sobre todo con verbos de decir (decir, observar, informar, opinar, etc.), cuando se quiere dar a entender que lo afirmado forma parte de la subjetividad del hablante o que pertenece al orden de lo meramente opinable: Si no se enoja, le confesaré que nunca lo vi.
b) Futuro de sorpresa: se emplea en oraciones interrogativas y exclamativas para introducir un matiz de sorpresa o expresar lo difícil que resulta aceptar algo que, al mismo tiempo, parece incuestionable: ¡Será posible!; ¿Podrá hacerlo?
c) Futuro concesivo: también expresa dificultad en aceptar algo afirmado, dada su contradicción con otros hechos: Él será el jefe, pero no convence a nadie.
Por supuesto, sin necesidad de memorizar las diferentes denominaciones, podemos incorporar a nuestros textos algunos de estos usos con la ventaja de expresar más solo con el correcto uso de un tiempo verbal.