Algunos recursos expresivos

#AsíSeEscribe

La lengua literaria se sirve de la lengua común, pero el escritor la utiliza con una intencionalidad estética. En esta entrada vamos a dar ejemplos de algunos recursos expresivos que pueden usarse no solo en novelas, cuentos, poemas u obras teatrales, sino también en crónicas, ensayos, textos publicitarios, discursos políticos, etcétera. Es importante conocer, al menos, los más comunes, y aprovechar sus ventajas dentro de diferentes géneros y tipos textuales.

Aliteración. Es la repetición de la misma consonante, vocal o sílaba. Algunas consonantes como la n, la m o la s sirven para acentuar la sensación de paz y tranquilidad:

El bosque se duerme y sueña, / el río no duerme, canta. / Por entre las sombras verdes / el agua sonora pasa / dejando en la orilla oscura / manojos de espuma blanca. (“Nocturno”, Conrado Nalé Roxlo)

Hipérbaton. Se produce por la alteración del orden sintáctico, si consideramos como orden tradicional de una oración el de sujeto/verbo/complementos:

Si las copas traen consuelo, / aquí estoy con mi desvelo / para ahogarlo de una vez. (“Nostalgias”, Enrique Cadícamo)

Paralelismo. Consiste en dos o más oraciones que tienen la misma estructura sintáctica:

esperar la rompiente con un cutis de playa, / ofrecer, al rocío, dos senos de magnolia, / acariciar la tierra con un vientre de oruga, / y vivir, unos meses, adentro de una piedra. (“Cansancio”, Oliverio Girondo)

Quiasmo. Presenta en órdenes inversos los miembros de dos secuencias:

Ella vendrá. Vendrá desde la noche. (“Ella vendrá saladamente húmeda”, Nicolás Guillén)

Anáfora. Es la repetición de elementos al principio de dos o más versos o frases:

No sabré desatarme los zapatos y dejar que la ciudad me muerda los pies / no me emborracharé bajo los puentes, no cometeré faltas de estilo. (“El niño bueno”, Cortázar)

Polisíndeton. Es la repetición de algún coordinante:

Ven que quiero matar o amar o morir o darte todo. (“Ven, siempre ven”, Vicente Aleixandre)

Metáfora. Consiste en nombrar un elemento con otro término con cuya significación presenta una relación de analogía:

Tus labios que queman… tus besos que embriagan / y que torturan mi razón. (“Pasional”, Mario Soto)

Sinestesia. Une dos imágenes o sensaciones procedentes de diferentes dominios sensoriales:

la brisa traía un aroma áspero, duro y agudo. (Ocnos, Luis Cernuda)

Antítesis. Es la contraposición de dos ideas o pensamientos:

Sigo en la sombra, lleno de luz; ¿existe el día? / ¿Esto es mi tumba o es mi bóveda materna? (“Sigo en la sombra, lleno de luz; ¿existe el día?”, Miguel Hernández)

Oxímoron. Consiste en la unión de dos términos de significado opuesto, que se complementan para resaltar el mensaje que transmiten:

Recuerdo las negras mañanas de sol / cuando era niña / es decir ayer / es decir hace siglos. (“Recuerdo mi niñez”, Alejandra Pizarnik)

Personificación. Atribuye a las cosas inanimadas o abstractas, acciones y cualidades propias de seres animados, o a los seres irracionales las del hombre:

Como atento no más a mi quimera / no reparaba en torno mío, un día / me sorprendió la fértil primavera /  que en todo el ancho campo sonreía. (“Acaso”, Antonio Machado)

Símil o comparación. Presenta una relación de semejanza entre dos elementos mediante la fórmula “A es como B” u otras similares:

Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir. / Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.  (“El amenazado”, Borges)