Por: Adriana Santa Cruz
Hay palabras en español que presentan una frecuencia de uso mayor que otras. Dentro de este grupo, está el pronombre relativo que. Como no siempre nos resultan claras las reglas para emplearlo correctamente, sintetizaremos algunas básicas.
Como pronombre relativo, puede referirse tanto a personas como a cosas y puede ir precedido del artículo, que varía en género y número de acuerdo con la palabra a la que se refiere: el que, la que, lo que, los que, las que.
Cuando no lleva preposición, se construye siempre sin artículo, tanto en proposiciones explicativas (introducen información accesoria entre comas) como en especificativas (no están delimitadas por comas): Yo, que estaba en Uruguay, no me enteré de nada; Las noticias que vinieron fueron peores.
Solo si la proposición es explicativa y tiene valor apositivo, el relativo sin preposición va precedido de artículo: Esta es mi hermana, la que trabaja en el ministerio.
En proposiciones explicativas, que se construye obligatoriamente con artículo si lleva preposición: En la casa, en la que vivían juntos, pasaron buenos momentos. En estos casos, el relativo el que –y sus variantes– puede sustituirse por el cual o, si el antecedente es de persona, también por quien: En la casa, en la que / en la cual vivían juntos, pasaron buenos momentos; Aquel hombre, en el que / en quien podemos confiar, nos presentó su proyecto.
En proposiciones especificativas, que puede llevar artículo con todas las preposiciones y en todas las funciones, y debe llevarlo necesariamente cuando el antecedente es de persona: Nunca engañaría a un hombre al que amo. También aquí el que es sustituible por el cual o por quien.
Si el antecedente no es de persona, el relativo con preposición puede construirse opcionalmente sin artículo con las preposiciones a, con, de, en y por: Te daré la carta a cambio de la suma de la que / de que hablamos.
Usos incorrectos
En ocasiones en la lengua oral y, en general, en registros poco cuidados, aparece indebidamente un pronombre personal que cumple la misma función que el relativo: Tenía un perro enfermo al que había que cuidarlo mucho*, en lugar de Tenía un perro enfermo al que había que cuidar mucho. A veces, el uso del pronombre personal lleva incluso a suprimir la preposición exigida por la función que cumple el relativo: El hermano de tu amiga, que lo conocí ayer, es muy simpático*, en lugar de El hermano de tu amiga, al que conocí ayer, es muy simpático.
Cuando el antecedente lleva preposición, en el habla coloquial también se tiende a suprimir la mención de esa misma preposición delante del relativo: Del tema que hablamos ayer, no me quedó clara una cosa* en lugar de Del tema del que hablamos ayer, no me quedó clara una cosa.
Cuando el antecedente del relativo es un adverbio de lugar, de tiempo o de modo, no debe usarse que: Es allí donde me crié (no Es allí que me crié*); Fue entonces cuando noté su preocupación (no Fue entonces que noté su preocupación*); Es así como te digo (no Es así que te digo*).
Por último, debe evitarse el quesuismo, que implica usar el relativo que acompañado del posesivo su en lugar del relativo cuyo: Conocí a un hombre que su hermano era de Escocia*, en lugar de Conocí a un hombre cuyo hermano era de Escocia.