“How it feels”, de Tracey Emin

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 Las galerías de arte internacionales están comenzando a ver a Latinoamérica como un mercado clave en el cual expandirse. El 1 de diciembre, la Galería White Cube de Londres abrirá su espacio expositor en Sao Paulo con una muestra de Tracey Emin que incluye bordados, dibujos, pinturas y escritos en luz de neón. En este contexto, el Jueves 15 de Noviembre pasado se inauguró en el MALBA la muestra de videos de Emin “How it feels”, curada por Philip Larrat Smith y acompañada por White Cube, la artista se presentó en Buenos Aires para la inauguración y una charla en el auditorio del MALBA.

Tracey Emin nació en Croydon, Inglaterra en 1963 y creció en el pueblo costero de Margate en el este de Kent donde el año pasado se inauguró el Turner Contemporary Gallery que abrió con su muestra “She Lay Down Deep Beneath The Sea”. Emin estudió moda, tiene un doctorado en filosofía por la Universidad de Kent y terminó sus estudios de arte con un doctorado en el Royal Collage of Art. En los años ´90, el coleccionista y publicista Charles Saatchy la apadrinó junto a otros artistas que formaron los Young British Artists bajo el concepto de marca registrada del artista. Emin fue nominada al premio Turner en 1999, por su obra “My bed”, una cama desarmada, con sábanas manchadas, rodeada de botellas de alcohol, cigarrillos, condones usados y ropa interior manchada con sangre.


La artista congeló ese momento después de pasar días tirada en esa cama con pensamientos suicidas sufriendo por sus relaciones amorosas. Emin representó a Gran Bretaña en la Bienal de Venecia de 2007 y desarrolló la imagen de los juegos olímpicos de Londres 2012 junto a otros YBA (Young British Artists) como Martin Creed y Chris Ofili. El precio record en subasta para una obra de esta artista fue en diciembre del 2010 en Christie´s, Londres, por la obra “It´s the way we think”, una sábana bordada y con apliques realizada en 2004 a un precio de martillo de £130,000.



Corría el año 1974 y el artista conceptual Joseph Beuys realizaba una performance en la que él mismo se encerraba en una galería por siete días junto a un coyote salvaje. La obra “I love America and America Loves me” representaba la reconciliación con la naturaleza. De esta misma manera, en el año 1996, Tracey Emin vivió encerrada en una habitación vacía durante catorce días, desnuda y solamente provista de telas vacías y pinturas. La artista podía ser observada en un estado de catarsis pictórico y autobiográfico. Emin había descubierto su propio estilo, y en este caso, la reconciliación era con su propia persona a través de un lenguaje poético intensamente emocional que procura la redención a través de la aceptación del fracaso, la pérdida de la inocencia, el miedo y el dolor. Emin tuvo una juventud sufrida, intensa y promiscua, a los 13 años fue violada y a los 18 años decidió terminar con un embarazo de mellizos. Su obra describe momentos capturados de su intimidad. El goce del sexo y de la danza, son con ella misma, la conexión con el hombre aparece como sufrida, temida, prescindible y termina eligiendo a su propio arte como amante. A través de su obra, Emin se entrega a la histeria y la acepta como tal sin buscar sanarla.

El viernes 16 de noviembre pasado, luego de la charla que dio Emin en el Malba, me quedé largo rato reflexionando, tratando de configurar su arte dentro de un marco sociológico actual. En los tiempos posmodernos en los que vivimos, donde la exposición de la intimidad se muestra desde lo superfluo como en las redes sociales o el Gran Hermano, el concepto de intimidad en la obra de Emin aparece como algo filosóficamente más grande. Su obra aborda temas universales como el amor y la muerte y no busca impactar al público sino expresar y compartir su subjetividad  con el afán de redención.

Algunas de sus frases más interesantes de su charla fueron:

“No se puede tener una mente caótica como la mía sin ser organizada exteriormente”

“La gente se confunde y piensa que mi arte y yo somos la misma cosa. Mi arte está separado de mi”

“El público se fija mucho en como una obra de arte luce, y no tanto en cuál es su esencia”

“Ser una gran artista es ser una mala madre. Si hubiese tenido hijos, no estaría sentada acá, estaría con ellos.”

“Nunca me sentí tan bien y tan bella como cuando estuve embarazada.”

“Hago el mejor arte cuando estoy feliz y en movimiento”

“Tener novio no encaja conmigo, por eso no los tengo. Sin embargo me encantaría poder entregar por completo mialma a otra persona aunque entiendo que eso es algo muy difícil de recibir”

“Mi arte es mi amante”