Por: Flavia Masetto
Los días en Buenos Aires continúan cálidos a pesar de la pálida luz del sol de Abril. De un sábado tibio y soleado fue también la tarde de la charla que dieron los artistas Pablo Siquier y Eduardo Stupia en el estudio de artistas jóvenes, San Crespín. El estudio San Crespín está en el barrio de Palermo y unos diez artistas jóvenes trabajan en un ambiente colectivo de estudios independientes, entre los que se encuentran dos de mis artistas jóvenes preferidos: Mariana Sissia y Joaquín Boz.
Por qué Sissia y Boz son mis preferidos?. La obra de Mariana Sissia conjuga una afilada técnica clásica de dibujo con la pseudo hipnosis o experiencia contemplativa que producen sus imágenes de paisajes en piedra.
Por su lado, Joaquín Boz, a ver…, como explico este descubrimiento maravilloso que ha sido para mi la pintura en óleo sobre papel de este joven artista?: se trata de un expresionismo abstracto combinado con un oscuro street art de connotaciones punk. De rasgos cavernosos y gestos de continuidad de pulsión sobre el soporte, Boz ejerce movimientos mecánicos de las manos sobre el papel con violencia y carga de pintura. De esta forma la realidad presente de la imagen desaparece.
La charla que dieron Siquier y Stupía en San Crespín fue dinámica e inteligente, ambos artistas dialogaban entre sí con un brillante y ácido humor. La charla fue sobre la “mala pintura” y el rol de la seducción en el arte. Esta consistía en intentar explicar las torpezas semánticas contemporáneas que van en contra a las normas estandarizadas de belleza. El balbuceo y los gestos rústicos se re valoran en el arte contemporáneo. Más allá de la estética, esta pintura, “la mala pintura”, es además un aporte semántico al arte. Existe un apego a la rusticidad semántica en la pintura contemporánea. Esta mala pintura surge de una necesidad epistemológica, que tiene mucho que ver con el goce, más que con un proyecto o la falta del conocimiento hacia la pintura.
También se habló sobre los artistas argentinos y de su tendencia a quedarse inmersos en su mundo interno, más allá de pensar a su obra junto con el observador, o en como su mensaje llega a ese público y que genera en éste. Ese trayecto en muchos de los artistas jóvenes argentinos no está pensado ni forma parte del proceso creativo, sugirió en forma critica el artista Pablo Siquier.
La conclusión fué de que la pintura muerta es peor que la mala pintura, y que finalmente, en el arte contemporáneo, no importa lo que se pinte, si no como funciona.
El jueves pasado se inauguró la nueva muestra de Yayoi Kusama, próximamente con retrospectiva en el Malba, en la galería Victoria Miro de Londres. Las obras expuestas son una serie de obras producidas hace tres años que forman parte de la serie que se expuso en el Tate Modern de Londres, en el Pompidou de París y en el Whitney Museum de New York. En el Otoño del hemisferio norte se inaugurará una nueva muestra de Kusama en la galería Zwirner de New York con un cuerpo de obra totalmente nuevo, que se encuentra en produccion mientras escribo este posteo. En Latinoamérica estaremos disfrutando de su retrospectiva que comenzara en Junio en el Malba, y que luego viajará al Centro Cultural Banco do Brasil, Río de Janeiro, 12 de octubre, 2013 – 26 de enero, 2014; el Instituto Tomie Ohtake, San Pablo, 15 de febrero – 26 de abril, 2014; el Centro Cultural Banco do Brasil, Brasilia, 12 de mayo– 27 de julio, 2014; y el Museo del Palacio de Bellas Artes, Ciudad de México, 25 de setiembre, 2014 – 19 de enero, 2015.
Los imperdibles de este mes: Aizenberg en Fundación Fortabat, las colecciones de arte argentino de los ´90 de los coleccionistas Bruzzone, Ikonicoff y Tedesco en Fundación Proa y la segunda edición de la feria Frieze NYC en Randall´s Island.