Por: Flavia Masetto
El 1 de Junio inauguró en Venecia la 55ta edición de la tradicional bienal de arte. La exposición principal curada por Massimiliano Gioni, El Palacio Enciclopédico, hace una clara alusión al saber universal, no solo al saber racional, pero también y de forma aún más pronunciada, al saber del inconsciente humano, de la sabiduría que existe en los sueños, en los símbolos y en los mitos. De hecho la exposición abre con el Libro Rojo de Carl Gustav Jung, en el que durante 16 años el influyente psicoterapeuta espiritual suizo reunió imágenes, pintadas por él, de sus sueños y visiones. “La exposición adopta un enfoque antropológico al estudio de las imágenes, prestando especial atención a los ámbitos de lo imaginario y de las funciones de la imaginación”, escribió el curador, Massimiliano Gioni. Así mismo, el título Palacio Enciclopédico se refiere al trabajo del artista autodidacta italoamericano Marino Auriti, quien proyectó e inclusive patentó un museo imaginario que albergaría todo el conocimiento humano. El sueño de anidar y consolidar el conocimiento universal ha sido tema de estudio compartido a través de la historia por escritores, artistas, científicos y profetas .
En esta bienal, muchos artistas tratan temas metafísicos que también inspiraron a los escritores Franz Kafka y Jorge Luis Borges, como las bibliotecas, las enciclopedias, los laberintos, los mundos alternativos, los sueños, el tiempo, la geometría, el infinito, la locura y la muerte. Una sala especial está dedicada al gran amigo de Borges, Xul Solar. Esta sala no exhibe las obras típicas de este artista, sino que es una muestra de colecciones, catálogos e investigaciones reunidas por el artista durante su vida y proceso creativo y que se muestran de forma inédita fuera de la Argentina.
Finalmente y gracias al “gobierno nacional”, se reactivó el pabellón argentino que había sido cerrado durante la ex dictadura militar. El trabajo de la artista Nicola Costantino, Rapsodia Inconclusa, de una gran fuerza simbólica y que des construye el mito de Eva Perón, fue elegido por el curador de la Bienal luego de que esta obra hubiera quedado en la nada como proyecto para el museo del Bicentenario y para el sótano del Teatro Colón. La obra consta de una serie de cuatro instalaciones sobre la vida de Eva Perón de una precisión y belleza únicas. La primera instalación muestra proyecciones panorámicas de videos en los que la artista hace el papel de Evita en la sala de su casa, en la segunda las imágenes sólo aparecen en dos espejos de su dormitorio, pero en la tercera, la ex primera dama ha desaparecido y sólo se ve un arnés motorizado que se desplaza dentro de una habitación de cristal, chocando a veces con sus paredes. En la parte final de la instalación, hay una mesa de autopsia de acero inoxidable, con una acumulación de lágrimas de hielo, que aluden a la tristeza de millones de sus seguidores luego de su muerte.
Según la artista, “El arte contemporáneo nunca se ocupó de hacer una interpretación de Eva lejos de las interpretaciones dogmáticas de la política”, y es justamente esto lo que hizo reaccionar al gobierno instalando afuera de la sala de exposición un “espacio informativo institucional” para ofrecer la versión oficial de la imagen de Evita, con tres grabaciones de video, tituladas Vida, Muerte y Resurrección.
Nicola Costantino y el curador de la muestra, Fernando Farina se enfurecieron por la decisión del gobierno y escribieron en la pared de la “sala oficialista” un texto que dice: “El curador y la artista consideran este espacio innecesario y que puede confundir la interpretación de la obra”. “La decisión de incluir esta sala en la Bienal de Venecia, fue tomada personalmente por la presidenta argentina para transmitir el mensaje de que Evita sigue viva”, comentó la artista. Nicola Costantino agrega: “El curador y yo consideramos que es algo muy tendencioso. Ha sido un gran error del gobierno y ha caído muy mal. Mi intención es deconstruir esa imagen política y dogmática de Evita. Yo quiero presentarla desde un punto de vista más emotivo, íntimo y femenino”
Esta edición de la Bienal de Venecia reúne obras de artistas como Carl Gustav Jung, Rudolf Steiner, Oliver Croy y Oliver Elser, Friedrich Schröder-Sonnenstern, Peter Fischli y David Weiss, Eva Kotátková, Diego Perrone, y Imran Qureshi en el pabellón central en el Giardini y obras de Marino Auriti, Yüksel Arslan, Hans Josephsohn, Phyllida Barlow, Steve McQueen, Danh Vo, R. Crumb, Pawel Althamer, Miroslaw Balka, George Condo, Paul McCarthy, Wade Guyton, Dieter Roth, Artur Bispo do Rosário.
La exposición reúne a más de 150 artistas de 38 países y finaliza el 24 de Noviembre.