Por: Flavia Masetto
Después de la Segunda Guerra Mundial, se dio en el arte un movimiento de ruptura con las vanguardias artísticas anteriores a nivel mundial. La incertidumbre, el pesimismo, la confusión y el enojo generalizado dejó lugar a formas de expresión más ligadas con la abstracción a modo de escape de la figuración propagandística de aquella época. Esta abstracción, dió lugar a dos maneras de re semantizar el nuevo contexto socio económico mundial que se estaba gestando, una por medio de la emoción y la otra a través de la visión racionalista. El expresionismo abstracto o Informalismo por un lado y el Arte Concreto y Abstracción Geométrica por el otro.
La Abstracción Geométrica se inspiraba en los avances tecnológicos y veía en las líneas de la geometría, la máxima pureza estética. La búsqueda de nuevas experiencias, esta vez a través de los sentidos como son las experiencias visuales, y no a través del automatismo que liberaban la subjetividad del inconsciente como en el Expresionismo Abstracto, dio lugar al Arte Optico de los años ´70. En este sentido la Abstracción Geométrica en Latinoamérica tuvo una gran connotación política, y encontró en el Arte Optico uno de los movimientos artísticos más característicos de la región.
En La Argentina, este tipo de abstracción, a mediados de los años ´40 se dividió en Arte Concreto Invención y en Movimiento Madí. Sus protagonistas eran admiradores del Constructivismo ruso y del Neoplasticismo holandés. Los Concretos no “creaban”, la creación pertenecía al dominio de lo romántico y poético, sino que “inventaban” e “investigaban”, como un científico. Por esta razón, los artistas concretos no siguieron el espiritualismo oculto de los pioneros del arte abstracto, como Kandinsky, Mondrian o Malevich, sino que impulsaron condiciones formales ligadas a la producción técnica y a la estética de la máquina. El grupo sustentaba objetivos comunes: el arte debía ser no figurativo, la pintura plana y las ilusiones y apariencias desterradas, apartándose de la pintura tradicional, procurando que ésta valiese por sí misma. Sus maestros europeos eran Max Bill, de la escuela Bauhaus y Hans Arp. Los integrantes del grupo Arte Concreto Invención fueron: Enio Iommi, Alfredo Hlito, Raul Lozza, Lidy Prati, Tomás Maldonado, Manuel Espinosa, Juan Melé, Gregorio Vardánega entre otros.
La exposición de uno de los fundadores del Arte Concreto Invención, “Geometría en Movimiento” de Manuel Espinosa (Buenos Aires, 1912-2006), en el MACBA- Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires, propone revisar las re elaboraciones del lenguaje plástico desarrolladas por el artista luego de su distanciamiento de la abstracción geométrica de tendencia constructivista y acercar su producción al arte cinético óptico latinoamericano, que tuvo lugar en la década del´60 y ´70. En su propuesta, la curadora Ayelén Vázquez, ofrece una aproximación a los antecedentes de esta renovación y las experimentaciones plásticas del artista. Las obras expuestas presentan formas y elementos que originan efectos visuales y provocan en el observador una ilusión óptica de movimiento.
En la superficie plana de las pinturas de Espinosa las variaciones de color, las transparencias y superposiciones generan avances y retrocesos. El artista juega con la percepción del espectador porque, aunque éste sabe que las obras no vibran ni se desplazan, la ilusión de movimiento es real.
Al disolverse el grupo, Espinosa abandona los objetivos comunes pero sigue fiel al espíritu de la no figuración y elabora una pintura construida a partir de elementos geométricos, caracterizada por un riguroso sistema de ordenamiento y por la perfección de sus registros. Claridad y mesura, son atributos de su pintura, que con elementos mínimos dispuestos en serie, produce sutiles efectos de espacio y de color, y una tensión dinámica que crea la impresión de profundidad. Se vale en sus obras de transparencias, yuxtaposiciones y superposiciones que generan un efecto óptico de incuestionable interés.
La muestra de Manuel Espinosa en el MACBA estará hasta el 28 de Julio.