¿Qué te depara el 2014? ¿Cuál es tu visión?

#CoachingPersonal

untitledEn su libro sobre inteligencia emocional aplicada al deporte, Félix Salotto dice que no es lo mismo saber a dónde ir, cuál es la meta, que ver qué nos depara el destino. Cuando no sabés a dónde ir, cualquier camino te viene bien y cualquier camino te viene mal. El estar emocionalmente desalineado con un objetivo a lograr, con una mirada estratégica, nos deja a merced de las circunstancias.

Parecería que la visión es un lugar a dónde ir, una meta, y podemos decir que sí, pero también es mucho más que eso! Quien haya tenido una experiencia de pertenecer a un equipo que trabajaba en el contexto de una visión sabe que en ese momento vivió emociones como entusiasmo, confianza y compromiso.

La visión no se trata de una meta redactada por alguien y que otro tiene que “cumplir”, sino se trata de una descripción de algo que profundamente se desea lograr y que se convierte en la razón fundamental para hacer lo que se haga en el presente. Una visión se vive como un profundo compromiso personal para un posible futuro, por esa razón no puede ser redactada por nadie más que los que la van a hacer realidad.

Es por eso que la visión ya sea individual o de equipos, es un proceso de conexión con el mundo emocional y tiene que ver con los sueños y deseos de trascendencia particulares de sus integrantes. Es la base del liderazgo y del autoliderazgo.

Según Jim Selman, la visión supone dos acciones posibles:
- Determinar cuál será la meta a alcanzar, vale decir, responder a la pregunta: Posicionándome en el hoy, ¿Qué quiero ser en el futuro?
- Visualizar cómo será mi vida al haber llegado a ese objetivo, vale decir, ¿Cómo me veo en el futuro?

fotolia_5090081_xs-e1365776791535-300x300Este proceso de visualizar supone una combinación de imágenes visuales y sensaciones internas, ligadas a la emocionalidad, que dan por resultado el vivenciar aquello que se visualiza.
La diferencia fundamental entre las dos preguntas es que en la primera la visión de futuro resultante está condicionada a las limitaciones que se cree tener y tiende a limitar la respuesta a algo “lógicamente posible”, es decir, que se obtiene una visión de poco vuelo y supeditada “a lo que puedo hacer con lo que tengo”, mientras que en la segunda se define a dónde se quiere llegar sin tener en cuenta ninguna limitación y después de definir la visión y mediante el compromiso que ello supone, surgen los caminos para superar esas limitaciones.

Una visión poderosa, como cualquier nueva posibilidad, se verá siempre irrazonable desde la perspectiva del pasado y va a desafiar el sentido común prevaleciente y las prácticas tradicionales.

Una visión es más que una “buena idea” es un contexto para la acción mediante el cual se crea un futuro predecible y anhelado, donde los riesgos son movilizantes y que compromete a todos los involucrados.

Te invito a redactar tu visión y alinearte así para tener un 2014 inolvidable!

Hasta la próxima!

Agostina Fasanella
Coach Ontológico
Liderarte Consultora