¿Estás motivado?… clic aquí!

#CoachingPersonal

images7HEVCX5LLa semana pasada estuve junto a Yanela Biancardi brindando una charla para secretarias de embajadas en el Buenos Aires Grand Hotel de Recoleta. Con la excusa de celebrar el mes de la mujer, conversamos acerca de la importancia de la motivación para lograr resultados.

Según la Real Academia Española la palabra motivación significa “dar o explicar la razón o motivo que se ha tenido para hacer algo”.  Si hacemos un juego de palabras podemos decir que tener motivación es tener un motivo para la acción.

Si no tenemos motivos para accionar pareciera que todo nos cuesta más. El enemigo principal de la motivación es la indolencia. Cuando tenemos un alto nivel de indolencia reconocemos una desconexión emocional entre nosotros y la tarea que estamos desarrollando.

Para descubrir tu nivel de motivación o indolencia te propongo que chequees si lo que estás haciendo en tu vida lo hacés porque QUERÉS o porque TENES QUE HACERLO.

Cuando decimos “quiero” es muy diferente a cuando decimos “tengo que hacerlo” y la diferencia radica en lo que sentimos frente a una y otra postura.

“Tengo que hacerlo” implica obligación, carga, nos impone hacer algo más allá de nuestras ganas o predisposición. La palabra obligación viene del latín “obligare” y significa atar, sujetar. Si pensamos en este sentido, cada vez que decimos “tengo que hacer tal o cual cosa” nos estamos atando a esa tarea.

“Quiero”, en cambio, nos dispone a realizar la misma tarea desde una postura de aceptación y motivación.

Un ejercicio simple y muy efectivo para detectar esto es hacer una lista de todas las actividades que desarrollás en un día o en una semana y al lado con otro color evaluar si querés hacerla o la hacés por obligación. Luego, desafiar los “tengo que” hasta encontrar una interpretación más generativa que te ayude a pasarlos a la columna de los “quiero”.

Algunos ejemplos… “quiero versus tengo que”

- Tengo que ir al médico a hacerme el chequeo anual.
- Quiero ir al médico a hacerme el chequeo anual porque si no lo hago puedo sufrir alguna cuestión de salud que si la agarro a tiempo puede ser solo una pavada.

- Tengo que terminar un informe para el trabajo antes de las 18.00 hs.
- Quiero terminar este informe antes de las 18.00 hs. porque si no lo hago no tendré tiempo libre luego para disfrutar cuando llegue a casa.

- Tengo que ordenar mis cajones.
- Quiero ordenar mis cajones porque si no lo hago va a ser difícil para mí organizar mi escritorio y me voy a demorar más tiempo cada vez que necesite algo de allí.

images4LYJTSEWPara poder pasar más fácilmente de la postura “tengo que” a la postura “quiero” podemos detenernos a analizar las consecuencias, es decir, pensar ¿Qué sucederá si no lo hago?.
En un principio, posiblemente nuestra mente lo tome como un juego y hasta nos resulten absurdos algunos “traspasos”.

Lo importante es desafiarnos y estar atentos cuando verdaderamente nos encontramos con una obligación que, por mas que le demos vueltas, no nos sale verla como posibilidad. En este caso el desafío estará en volver a mirar qué nos importaba cuando tomamos esta tarea por primera vez. Posiblemente tengamos la oportunidad de conectarnos con ese importar de inicio y así nos sea más fácil pasar de un lado a otro.

Pasar de “tengo que” a “quiero” no es buscar ser optimista, sino animarnos a conectarnos (y re-conectarnos) con las actividades que llevamos adelante. En la era de la conexión que no se nos olvide conectarnos con nosotros mismos!

Buena semana y gracias por leerme! :)

Agostina Fasanella
Coach Ontológico
Liderarte Consultora