Por: Agostina Fasanella
Todas las personas buscamos lo mismo: ser felices y evitar el sufrimiento. Para cada uno de nosotros la felicidad se traduce de diferentes formas y puede haber tantas maneras de ser felices y evitar el sufrimiento como personas.
Una buena forma de encaminarnos hacia la felicidad es encontrar una mejor versión de nosotros mismos día a día. Hoy me referiré a la autenticidad que, en mi experiencia personal y como Coach, considero de las más relevantes en este camino.
Ser autentico.
La autenticidad es un privilegio y nos invita a ser nosotros mismos, es encontrar nuestra libertad. Es vivir según lo que queremos aunque muchas veces no sea lo que más nos conviene. Ser auténtico es comunicar lo que nos pasa desde donde nos pasa, es tener conversaciones con nosotros mismos y con los demás desde un lugar de absoluto respeto, sin relegar lo que realmente vemos o sentimos.
Para ser auténticos nadie nos exige que tengamos que decir todo lo que sentimos, pero sí que aquello que digamos sea realmente lo que sentimos. Esto no nos da derecho a convertirnos en “sincericidas”. Llamo “sincericidio” al acto de decir todo lo que se nos ocurre con la excusa que estamos siendo auténticos, sin tener la delicadeza de chequear si nuestras palabras nos lastiman o pueden lastimar a otros. El sincericidio es un sucidio emocional que nos cometemos a nosotros mismos y que también cometemos con los demás.
La autenticidad que propongo es encontrarnos con lo que consideramos verdadero, alineado a nuestros valores y cuidando la ecología emocional propia y de nuestro entorno.
Algunas preguntas para reflexionar…
Autenticidad en lo personal: ¿Lo que estoy haciendo en mi vida está alineado con mis valores? ¿Estoy viviendo la vida que quiero o la que me conviene? ¿Tengo el trabajo que quiero o el que creo que puedo tener?
Autenticidad en las relaciones: ¿Estoy comunicando lo que realmente siento? ¿Estoy recibiendo lo que realmente quiero o me conformo con lo que hay? ¿Sigo eligiendo las relaciones que tengo o solo las mantengo por costumbre?
Posiblemente muchas de estas preguntas no tengan una pronta respuesta, pero lo importante es animarnos a plantearnos el desafío de contestarlas, allí radica el principio de nuestra autenticidad.
Hasta la próxima!
Agostina Fasanella
Coach Ontológico
Liderarte Consultora