Amo las historias de amor y la vida vive poniéndome personas que me cuentan sus historias y me abren el corazón, poesía para mi alma. En cada historia de amor que escucho, abrazo mis historias.
Desde que nacemos escuchamos una historia, que nos cuentan de una forma y creemos esa historia, pero al crecer nos damos cuenta que es solo una parte, que son detalles, que podemos ver la historia diferente, o permitirnos salir de ese cuentito infantil y ser parte de una novela con otros personajes. Crear tu propia vida depende de vos, y se conecta con tu posibilidad de permitirte ser flexible con vos mismo para entender a los demás. Ser libres para poder conectar con un otro desde esa libertad. Poder conectarnos para encontrarnos en todos los espacios genera la verdadera riqueza.
El amor en definitiva es lo único que vale como oro.
“Lo que tu boca se acostumbra a decir, tu corazón se acostumbra a sentir”. Madre Teresa