Por: Efemerides
Un 31 de julio de 1944 moría el famoso escritor francés Saint-Exupéry en causas no del todo esclarecidas. Tal es así, que nunca se encontró su cuerpo ni se pudo determinar a ciencia cierta las causas de la caída de su avión en el Mediterráneo. Un accidente o combate aéreo son algunas de las hipótesis.
Lo cierto es que Saint-Exupéry tenía una personalidad apasionante: era aventurero y explorador por naturaleza. Fue pionero en la aviación comercial y su curiosidad lo llevó a querer conocer La Patagonia: su estadía tuvo lugar desde 1929 a 1930, donde realizó riesgosos vuelos por todo el sur de la Argentina.
El Principito suele recordarse como un libro para chicos, pero lejos está de ser un simple cuento infantil. La obra trata temas universales como la amistad, el amor y el cuidado por la Naturaleza, tópicos que nos interpelan hoy en día más que nunca. Por eso, suele decirse de “El Principito” que es un libro inacabable, pues con cada nueva lectura, a medida que pasan los años y nos alejamos aún más del niño que fuimos, se descubren nuevos aprendizajes en este texto tan fascinante como querible.
Para recordarlo, dejamos algunas de sus mejores frases:
“Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer”. (El Principito)
“Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos.” (El Principito)
“Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.” (El Principito)
“Y cuando te hayas consolado (uno siempre termina por consolarse) te alegrarás de haberme conocido”(El Principito)
“No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”. (El Principito)