Es sabido que ante eventos como los de anoche en el MGM de Las Vegas, lo que muchos llamaron la pelea del siglo, las opiniones de fanáticos y entendidos en la materia es dispar y contradictoria.
Hay quienes vieron ganador a uno u otro y hasta un empate que pudo haber caído como preludio de un segundo combate que oficiara de revancha entre ambos.
Pero a ver, analicemos un poco lo sucedido anoche. Se preveía un combate que se iba a dar entre la inteligencia de Mayweather para utilizar sus mejores armas: distancia y defensa y la explosividad de Pacquiao: continuidad de golpes y combinaciones letales. Y la verdad es que vimos ambas, en cuenta gotas, pero las vimos.
El combate comenzó con un Floyd que marcó el ritmo durante los primeros tres asaltos. El jab de mano derecha hizo lo que quiso durante los primeros 9 minutos de pelea. Eso, combinado con la puntería que ya le conocemos a Mayweather le alcanzó para desnivelar a un Pacquiao que buscaba y no encontraba.
Búsqueda que concretó en el cuarto asalto cuando pudo conectar un cross de mano derecha que le recordó a Mayweather quien tenía enfrente. El quinto y el sexto volvieron a repartir puntos y llegaron a la mitad del combate con dos puntos de diferencia para el estadounidense.
Y a partir de acá se empezó a “complicar” la noche. Porque uno iba para adelante en búsqueda de su objetivo (Pacquiao) y el otro no dejaba que lo encuentre (Mayweather). Uno tiraba mucho con poca efectividad (Pacquiao) y el otro elegía donde, cuando y acertaba (Mayweather). Porque uno encerraba a su rival para que no se escape (Pacquiao) y el otro se esfumaba igual (Mayweather).
Decir que Floyd no quiere pelear es no entender el estilo (que puede gustar o no) que lo hiso uno de los boxeadores más grandes de la historia. Porque les recuerdo que el boxeo es el arte de pegar sin recibir golpes y, esa materia, “The Money” la sabe mejor que ninguno. Y decir que Pacquiao lo único que hace es ir para adelante es negar la calidad innata que el filipino tiene para combinar golpes desde ángulos increíbles con una resistencia física que aflora cuando sus rivales comienzan a “desinflarse”
Llegaron al final del combate con la sensación de que Pacquiao fue más, pero no hay que olvidar que la primer mitad fue casi toda de Mayweather y los dos últimos rounds también.
¿Pudo ser victoria de Pacquiao? Si, claro, tranquilamente ¿Estuvo bien que Mayweather se llevara el combate? Sin dudas, fue el que menos tiró pero el que más acertó y el boxeo también se gana por puntos. De cualquier manera la diferencia para uno u otro lado no superaba los 2 puntos (un escándalo los 8 puntos que dio uno de los jueces) ¿Pudo haber sido empate? Quizás, en los fríos números, hubiese sido justo pero en el calor del MGM no había lugar para esto.
Lo cierto es que 48 peleas invicto no son por casualidad. Veinte años de carrera en lo más alto a nivel competitivo no es para cualquiera. Y por eso está bien que Floyd Mayweather, el más inteligente y profesional de todos a la hora de hacer su trabajo, esté a un combate de retirarse como campeón, invicto y el mejor libra por libra.