La muerte de Chávez a través del prisma de EEUU

#MadeInUSA

Hugo Chávez/Barack Obama (Foto/Wikipedia)

 

Fue interesante ver el mensaje que Obama emitió ayer tras la muerte de Hugo Chávez.

 

Mensaje original:

“At this challenging time, the United States reaffirms its support for the Venezuelan people and its interest in developing a constructive relationship with the Venezuelan government. As Venezuela begins a new chapter in its history, the United States remains committed to policies that promote democratic principles, the rule of law, and respect for human rights”.

En español:

En este momento difícil, los Estados Unidos reafirman su apoyo para con el pueblo venezolano y su interés en desarrollar una relación constructiva con el gobierno venezolano. Mientras Venezuela comienza un nuevo capitulo en su historia, los Estados Unidos mantienen su compromiso por promover principios democráticos, la ley y el respeto por los derechos humanos”.

Está claro que tras la elección de Obama en 2008 la relación entre Venezuela y Estados Unidos se distendió un poco, aunque fue Hugo Chávez quien dio el primer paso cuando en la Cumbre de las Americas le regaló a Obama una copia en inglés del libro “Las venas abiertas de América Latina” de Eduardo Galeano.

El mensaje de Obama tras la muerte de Chávez es exactamente lo que se esperaba. Un párrafo escueto para el pueblo venezolano en el que, cual funámbulo, evita cualquier tipo de expresión que denote satisfacción o congoja. Sólo hay solemnidad y pragmatismo.

No puede expresar satisfacción, primero por cuestiones básicas de diplomacia, y segundo porque en los últimos años el electorado demócrata (generalmente menos reaccionario que el republicano en materia de política exterior) dejó de ver a Chávez como a la reencarnación del anticristo. La relación que mantenía el bolivariano con Sean Penn, Oliver Stone y el ex presidente Jimmy Cárter, y la defensa que ellos hacían de sus políticas socialistas, lograron que al menos Chávez pasará a ser un tipo con el que existían diferencias pero que no era un Hitler 2.0 digno de eliminar. Incluso Chávez, de manera inteligente, siempre aclaró que su problema era con el gobierno de EEUU, no con su población.

Tampoco puede demostrar congoja porque eso es exactamente lo que los contrarios a Obama quieren: prueba irrefutable y definitiva de que Obama “simpatizaba con Chávez” y que es un socialista encubierto cuya misión es llevar a la ruina al capitalismo. Demasiados problemas ya le trajo cuando los medios pro-republicanos mostraron hasta el hartazgo la foto en que ambos se daban la mano cuando Chávez le hacía entrega del libro, o cuando el año pasado aseguró antes de las elecciones  presidenciales en EEUU que si él fuera norteamericano votaría por Obama.

Mitt Romney, por entónces candidato opositor, aprovechó las declaraciones de Chávez y sacó este comercial dirigido a la comunidad latina:

Es evidente que una demostración de simpatía de Obama hacia Chávez podría tener un costo político altísimo, sobre todo porque allá la derecha es mucho más reaccionaria que la izquierda.

Por eso Obama ya la tiene clara a la hora de hablar sin salirse de lo protocolar. De esta manera no levanta la ira ni de un lado ni del otro. El sector más conservador insiste en comparar las políticas sociales de Obama como dignas de dictador comunista/socialista/nazi (total es todo lo mismo, ¿no?) mientras que los progresistas opinan sobre Chávez con cautela para no cruzar esa delgada línea que separa el patriotismo acérrimo del anti-americanismo furioso.

Por ejemplo, el ex presidente Jimmy Carter envió sus condolencias a la familia de Chávez y dijo que “nunca dudó de su compromiso por mejorar el nivel de vida de millones de sus compatriotas” aunque aclaró que no estaba de acuerdo con su forma de hacer las cosas,

También hubo osados como el congresista neoyorquino José Serrano, que lanzó este tuit tras el anuncio de Maduro:

“Hugo Chávez fue un líder que entendió las necesidades de los pobres. Estaba comprometido con darle poder a aquellos que no lo tenían. Descanse en paz, Señor Presidente.”

En este caso la respuesta de los usuarios no fue muy amigable.

Por otro lado, los sectores más conservadores siempre insistieron en acompañar el nombre de Chávez con la palabra “dictador”, ya que cualquiera que se atreva a cuestionar el excepcionalismo norteamericano se convierte automaticamente en un nuevo miembro del eje del mal.

Tras el anuncio de su muerte, el congresista republicano Tom Cotton de Arkansas tuiteó la frase “sic semper tyrannis” (así siempre a los tiranos).

Frase poco feliz, considerando que es la que también utilizó John Wilkes Booth tras asesinar a Abraham Lincoln en 1865. La comentarista conservadora Michelle Malkin también tuiteó en contra del bolivariano: 

Aspirá el azufre, Hugo Chávez. #pudriteenelinfierno

La directora de Tea Party Express, movimiento antagónico a Obama por excelencia, ofreció regalar a Obama a los venezolanos:

EEUU es el país que más dona a caridad en el planeta. Donemos a Obama a Venezuela así podemos desarrollar ahí EL MEJOR campo de golf del mundo. ¿Quién se suma?

Y el dueto rapero ‘Jóvenes Conservadores’, compuesto por dos Eminem wannabes que alguno quizás vio en este video clip  impresentable, dijo esto:

Querida Venezuela: si buscan un nuevo dictador, pueden llevarse el nuestro. Firma: EEUU“.

Quizás el más acertado a la hora de recordar a Chávez fue el periodista Larry King, que en vez de meterse en el medio de una guerra ideológica, publicó una foto en Instagram con el siguiente texto:

Hace unos años entrevisté a Hugo Chávez en Nueva York. Recuerdo que llegó a hacer la entrevista cantando“.

Más de un venezolano hoy lo recordará de la misma forma.