Exceso de equipaje

#MamáPor2

La semana que viene me voy de vacaciones, lo que me provoca sentimientos encontrados. Obvio que estoy feliz, necesito desconectarme, salir de la Ciudad, ya no me aguanto más el departamento. Pero les confieso que hay una instancia previa al viaje que me atormenta todas las noches: el armado de las valijas.

Las que tienen un hijo saben bien de lo que hablo.  Cada viaje, largo o corto, es una verdadera mudanza. Empezando  por la practicuna con su respectivo colchón, las sábanas, almohadas, frazadas y demases. También el cochecito, porque no queremos pasarnos nuestros días de descanso con el chico a “upa” acalambrándonos el brazo, ¿no?

Con esos dos bultos ya llenamos el baúl. Y eso que todavía falta la ropa, detalle no menor.  Pijamas varios, remeras, pantalones por si las dudas, gorros de lana por si hace frío, con visera por si hay sol, abrigos varios por si las moscas, mudas diversas por si “se les pasa” y tantos otros ítems “por si acaso”.

Y todavía resta encontrarle lugar a esos bolsitos medianos en los que llevamos las mamaderas, la leche, los vasitos especiales o donde ubicamos el necesér con los millones de remedios para la fiebre, tos, panza, medicamentos antialérgicos, cremas para paspaduras, sol, mosquitos.

No se si a ustedes les pasa, pero siempre odié hacer valijas y no se imaginan ahora que tengo dos bebés. Por eso, ¡ayuda!  ¿Tienen algún tip para pasarme para el armado de valijas? ¿Les entra todo en el auto o usan portaequipajes?