Por: Constanza Crotto
Hace un par de meses escribí por estos pagos un post sobre lo espectacular de ser mamá de mellizos. Hablaba de lo gratificante de tener cuatro ojos te miren con admiración, dos sonrisas que te despierten cada mañana, cuatro brazos que te envuelvan…
Hoy vengo a mostrarles la parte difícil del tema, una que vengo viviendo hace unos días y que se me está complicando un poco: la tarea de repartir la atención y el cariño de la manera más equitativa.
Y sí, ahora que ya tienen más noción de la realidad, los chicos empezaron a ser más amigos y compañeros pero también llegaron celos a nuestro hogar. De repente miraron para el costado y se dieron cuenta que tienen una persona con quien comparten absolutamente todo: el cuarto, baño, el colegio, los juguetes, las comidas y, lo más importante, la atención del entorno.
No saben lo que me cuesta dividirme en dos partes absolutamente iguales. Uno me pide que le lea un cuento y se me sienta en la rodilla y el otro lo rasguña para sacarle el lugar. Si uno se lastima y se me ocurre alzarlo de inmediato su hermano se tira al piso haciéndose el que se golpeó para que también lo mire. Si le doy la mano a uno, el otro se me trepa al codo. Y así sucesivamente.
La situación más ilustrativa se da cuando les compro un Kinder (pocas cosas los hacen tan felices). Desde que entro al kiosko estoy cruzando los dedos para que les toque la misma sorpresa. Si son distintas y una es mejor que la del otro (los dos quieren los nuevos autitos, obvio), ¡el horror! Empieza el tironeo, que “es mío”, llantos, gritos, etc.
Lo peor es que siempre hay uno más demandante y absorvente, que termina acaparando más la atención y yo me voy a dormir casi a diario con un terrible cargo de conciencia por la poca bola que le di a su hermano.
Creo que todos ustedes que tienen mellizos o que tienen dos hijos me pueden ayudar a manejar la situación. ¿Qué hacen para ser equitativa? ¿Cómo manejar los celos?