Por: Constanza Crotto
Ya les conté la sorpresa/susto/alegría/felicidad (en ese orden) que sentí cuando me enteré que esperaba mellizos. Al toque de digerir tal notición y, con el fin de amenizar el reposo de ocho meses, me hice de una biblioteca especial sobre crianza de múltiples.
Leí varios libros, me anoté en todos los foros habidos y por haber. ¡Leí cada pavada! De toda la información que sumé rescato algunos ejemplares, como el libro de la Fundación Multifamilias (Ideas Prácticas para la crianza de gemelos, trillizos y más), que me dejó varios tips que me gustaría compartir con ustedes.
- Los múltiples tienen que dormir en la misma cuna, al menos durante el primer tiempo: es una necesidad tenerse cerca, los ayuda a crecer. Imaginen que estas dos (o más) personitas convivieron en la panza de la mamá durante nueve meses. Es muy fuerte separarlos al nacer. Por eso es recomendable que duerman juntos por unas semanas o meses, separados por una especie de “nidito” o chichonera.
- Es un clásico apodarlos “los mellizos”, “mellis” o trillis” y hablarles en conjunto. Error: tratemos de llamarlos por su nombre y así colaborar con su individualización.
- Vestirlos diferentes. Este es uno de los consejos que más me cuesta seguir. ¡Amo vestirlos iguales! Debe ser porque los míos son el agua y el aceite, entonces me parece hasta gracioso. Pero en el caso de gemelos idénticos o mellizos muy parecidos, lo ideal es que usen distinta ropa para que el entorno pueda distinguirlos y fortalecer la individualidad de cada uno.
- En el cumpleaños, cada chico debe tener su propia torta. Si todos la tienen, ¿por qué los múltiples no? Nada de querer ahorrarse unos pesos y hacer una para todos. Cada pequeño tendrá que tener su torta, su canto de Feliz Cumpleaños y sus propios regalos (atenti a los invitados: un obsequio para cada uno).
- Lo mismo sucede con los juguetes: cada niño debe tener los suyos, entender el sentido de la propiedad para luego comprender conceptos como compartir o ceder el turno.
- Por último, uno de los consejos más importantes, en el que médicos y psicólogos insisten: dedicarle a cada uno, por separado, un rato al día. Veinte minutos, media hora, para jugar, hablarle, abrazarlo, que se sienta hijo único. También es bueno hacer salidas de a uno. De esta manera, la mamá puede disfrutar de sus hijos de manera individual y el chico puede disfrutar de la atención exclusiva.
Madres, padres o parientes de múltiples: ¿tienen algún tip para aportar a la comunidad?