Duérmete niño, duérmete ¡ya!

#MamáPor2

Otra mala noche. Y van…

Arranco este post dormida, cansada, de pésimo humor pero con ganas de contarles lo que me está pasando  (le estoy tomando el gustito a usar este medio como catarsis). Estoy literalmente desesperada.

Como la estructura viviente que soy, mis hijos jamás se pasan un horario. Se levantan, almuerzan, toman el te, se bañan y se acuestan siempre a la misma hora. No conocen lo que es estar despiertos a las diez de la noche ni presenciar una comida de “grandes”.  Estoy abierta a críticas pero este sistema me funcionó: no es fácil manejar a dos y menos con horarios desordenados.

En fin, como les contaba, en casa a las ocho se apaga la luz y ellos, casi en piloto automático, cierran los ojos y duermen como dos angelitos. A veces toman una mamadera tipo cuatro de la mañana, otras no. Pero lo hacen casi entresueños  y así tiran hasta las ocho del día siguiente.

Todo andaba sobre rieles hasta que, de repente, algo empezó a fallar. El problema se inició hace algunas noches y, lo que parecía ser pasajero, se convirtió en un ritual que me está poniendo un poquito nerviosa.

El tema es que Salvador  (que no usa chupete, detalle no menor) se está levantando cuatro o cinco veces por noche con unos alaridos que despiertan a todo el edificio y obvio que también a Pedro. Y, como es lógico, la casa termina siendo un caos difícil de controlar.

Es imposible saber qué le pasa. Llora a gritos, como angustiado, y nada lo calma. Ni su trapo, ni la mamadera, ni un abrazo. El ataque dura más o menos media hora y, dada la poca tolerancia que tenemos a esa hora, termina entre nosotros, acurrucadísimo en la cama, feliz y contento, como si esa fuera la solución mágica.

Le mandé un mensaje de S.O.S a la pediatra que, entre otras cosas, me dijo que me armara de paciencia porque el chico padece “Angustia de Separación”, una crisis pasajera. ¡Pero no se le pasa!

Como estoy abierta a consejos, algunas mamás me recomendaron  el Duérmete Niño. No tenía ni idea de qué se trataba así que estuve investigando en internet. Descubrí que es un método de lo más polémico que intenta solucionar las dificultades de conciliar el sueño infantil. En definitiva, lo que propone es dejarlo llorar hasta que se duerma. A muchos les hizo efecto, otros tantos lo critican sin pelos en la lengua.

¿Dejarlo llorar hasta que se duerma? ¿Cómo hago para que no me de lástima?  ¿Dejar que se apropie de nuestra cama? ¿Hasta cuándo? En fin, soy una mamá primeriza en busca de una solución urgente a mi problema. ¿Algo para aportar? ¿Consejo? ¿Experiencia? ¡HELP!