Por: Constanza Crotto
Siempre hablamos de nosotras, las madres, pero hoy es el turno de ellos. Porque, por suerte, en los tiempos que corren la crianza es tarea de dos y los papás adquirieron un rol (casi) tan protagónico como el nuestro (dije casi, eh).
El otro día me encontré en la calle con un señor “mayor”. Automáticamente me preguntó lo que tantos otros hacen cuando me ven sin mis dos tatuajes: “¿Con quién quedaron los chicos?”. “Con el padre”, le contesté. “¿Cómo es eso? ¡Si cuidar bebés es cosa de mujeres!”, me dice.
¡Qué bronca me da ese tipo de comentarios! Pienso en mi abuela, que crió cinco hijos, entre ellos mellizos, en tiempos de maridos inútiles y, encima, cuando aún no existían pañales descartables.
Menos mal que la sociedad evolucionó y que superamos los años machistas. Menos mal que quedó en el pasado el modelo de marido “jefe de familia” que llegaba sus casas vestido de traje esperando que su mujer le sirviera un whisky mientras preparaba la comida, ponía la mesa, planchaba la ropa, ayudaba con los deberes al más grande, etcétera, etcétera.
Menos mal que los papás de hoy hacen lo imposible para volver antes del trabajo y poder ver a sus hijos despiertos. Menos mal que se arremangan la camisa para bañarlos y jugar en el agua con ellos hasta quedar con los dedos arrugados.
Menos mal que la dinámica cambió y que los padres de hoy cambian pañales, preparan mamaderas, leen cuentos. Menos mal que hoy los papás dejaron de ser rocas, que dan besos y abrazos y dicen ‘te quiero’. Menos mal que van a la plaza (aunque sea nos dejan dormir los sábados a la mañana), al pediatra y a las reuniones de colegio.
¿Cómo no se avivaron antes y tantas generaciones se perdieron de algo tan espectacular como la crianza de sus hijos? Menos mal que hoy, más que nunca, mamá y papá somos un equipo. ¡De esta manera todo es tanto más llevadero!
¿Cómo son sus maridos con sus hijos? ¿Acompaña el padre en la crianza y en lo doméstico?
