Chau vacaciones. Hola realidad

#MamáPor2

Todo concluye al fin. Mis eternas vacaciones (si así se pueden llamar) en la playa se terminaron y llegó el momento de hacer otra vez la mudanza y pegar la vuelta a casa.

De mis 48 días en la playa saco algunas conclusiones:

-          No soy para nada buena haciendo bolsos playeros. De las infinitas cosas que tuve que llevar a diario siempre, pero siempre eh, me olvidé de algo. O el agua, o las galletitas, o las cremas, o las toallas o los pañales que le tuve que mangüear a algún vecino de sombrilla ante un eventual accidente.

-          Invertí varias horas untando con protector solar a mis y estoy en condiciones de decir que es una de las tareas que más odié del verano. Los chicos se mueven mientras intento poner crema hasta en el más ínfimo rincón de sus cuerpecillos. Ya se, ya se, el año que viene voy a probar con el spray.

-          Mis hijos nunca duraron más de cinco minutos jugando en la arena. ¿Serán los únicos que no gustan de los castillos y los pozos? Tampoco le mostraron ni un poco de respeto al mar ni a la pileta. Se derriban los mitos.

-          Obvio que el juguete ajeno siempre es mejor que el propio. De más está aclarar que casi ni tocaron sus palas, baldes y rastrillos y siempre se pelearon con los grupets de niños vecinos por el camión o la tabla de surf que no compré.

-          Jamás me tiré en una reposera. Creo que nunca más voy a poder sentarme a tomar sol. No voy a decir que estoy pálida pero sí les aseguro que soy un palito de la selva, con el frente quemado y la espalda blanca papel.

-          Claramente el que se tomó vacaciones fue mi marido, viajando en la semana a Capital para volver los fines de semana. El con el aire acondicionado y yo persiguiendo a mis chicos, los caminantes incansables, de escollera en escollera.

Habiendo hecho un paréntesis, sigo con el armado de valijas. Me sacudo la arena con ganas y me preparo para sentir el calor emanando del asfalto de mi querida Buenos Aires.  ¡Cómo te extrañé!

Durante los agotadores días no paré de preguntarme: ¿cuál es el mejor destino de vacaciones para vacacionar con chicos de un año y medio? ¿Playa, montaña, quinta, ciudad?