Por: Constanza Crotto
Si me preguntan qué es lo que menos me gusta del rol de madre no lo dudo ni un instante. Disfruto de bañarlos, hacerlos dormir, no me molesta cambiarles los pañales pero si hay algo que detesto es darles de comer.
Me canso de escuchar a las mamás del jardín que cuentan lo bien que comen sus hijos, me sangran los oídos cuando me detallan lo variada que es su dieta cuando en casa lo único que les gusta es bife con puré (de papas, ni hablar de colores como naranja o verde) o patitas de pollo.
El problema de los mellizos con la comida no es novedad. Desde el momento en que lloraron a gritos cuando les puse la primera cuchara en la boca, sospeché lo que se me venía. Cuando tenían más o menos un año y la hora del almuerzo seguía siendo un drama y a la noche era peor aún (porque se juntaba con el sueño), una amiga me recomendó un libro que me ayudó mucho. Y, de a poco, me estoy amigando con la tarea de darles de comer.
“Recetas para mi Benjamín” fue escrito por Carolina Palacios, una mamá que estaba en la misma que nosotras y fue encontrando soluciones creativas y sencillas para la alimentación diaria de su hijos. Contiene 85 recetas (sanas, ricas, nutritivas y fáciles de preparar) divididas en 3 etapas: 6 y 7 meses, de 8 a 11 meses y de 12 a 24 meses y todo bien organizado, de lunes a viernes, con desayuno, almuerzo, te, cena y colaciones.
Me contacté con la autora y le pedí, ante todo, ¡AYUDA! Me dio consejos muy útiles para el bendito menú diario (no se me cae una idea). Comparto algunas de sus respuestas, basadas en las consideraciones de Ana María Lobello López (Médica Pediatra) y María Virginia Desantadina (Médica Pediatra con especialización en Nutrición Infantil), parte del equipo que participó del libro.
- El momento de la comida debe ser placentero para el bebé y para quien esté a cargo de alimentarlo. Por eso, no es conveniente dejarlo para un momento en el que alguno de los dos esté de mal humor, angustiado o apurado. Si pasa esto, lo ideal sería dejar pasar unos minutos o pedirle a otra persona que se haga cargo de la situación.
- Es importante hablar con los bebés mientras se les está dando de comer y poner el plato a la altura de los ojos del bebé para que pueden ver la cuchara cuando se acerca con la comida.
- Un “no” rotundo a la televisión en este momento del día. La idea es alimentarlos lentamente, con paciencia, reduciendo al mínimo las distracciones durante las comidas.
- Nunca hay que obligar a los chicos a comer cuando no quieren hacerlo. A ninguna edad. Mucho menos cuando se inician en la alimentación (a los 6 meses), que al principio ésta no tiene fin nutricional sino educativo. El objetivo es que los bebés aprendan a comer, que prueben distintos sabores, olores y texturas y que interactúen con la madre o el padre (o quien esté a cargo de darles de comer). La principal fuente de alimentación de los bebés hasta el año de vida es la leche.
- Es normal que las primeras veces que el bebé coma algo nuevo lo rechace. Y esto no quiere decir necesariamente que no le guste lo que está probando. Simplemente, es una expresión de una experiencia diferente, una sensación de algo nuevo que experimenta en su boca. Es muy probable que posteriores contactos con ese alimento logren su aceptación.
- Muchas veces se necesitan hasta 10 contactos del bebé con determinada comida o preparación, para que la acepte o incorpore. Por eso, es importante no desanimarse fácilmente ni dar por sentado que algo no le gusta precozmente.
- En general, el rechazo a las verduras se da cuando tienen entre 2 y 3 años. Para hacerle frente a esta etapa, lo primordial es mantener la oferta. No hay que perder la paciencia ni desesperarse. Es importante saber que es una etapa por la que la mayoría de los chicos pasa.
- Por último, lo más importante es organizarse. Hagan un menú semanal y hagan las compras como para llevarlo a cabo. Planificar ahorra mucho tiempo y hace que la fastidiosa pregunta: “¿Qué les doy de comer?” sea más fácil de contestar.
¿Ustedes tienen problema a la hora de alimentar a sus bebés? ¿Algún tip para compartir?