Por: LevantArt
Inversión
Imaginemos que estamos pagando una hipoteca o las cuotas de un automóvil y que, al cobrar el salario mensual, en lugar de abonar la cuota correspondiente, decidimos gastar todo nuestro dinero en cabarets. Si al mes siguiente hiciéramos lo mismo, el banco nos quitaría la casa o el automóvil y habríamos perdido la inversión. Por otro lado, es evidente que, a medida que avanzamos en el pago de las cuotas, crece nuestro temor a perder lo que ya hemos invertido. Por eso, la gente suele pagar sus hipotecas, más aún cuando le falta poco tiempo para cancelarlas.
La inversión femenina
Si nos circunscribimos a la dinámica de las relaciones, vemos que en las mujeres se observa este mismo comportamiento. Es una cuestión de VSR. Ellas buscan al hombre que garantice su supervivencia. Una vez que lo encuentran –porque el 99% de las mujeres busca UN hombre, no a dos o a tres– y lo consideran su pareja potencial, su deseo de invertir –que pasemos a ser propiedad de ella, de forma intangible pero real, en una relación basada en compromisos– se convierte en una cuestión vital. Propiedad, en esa relación, significa que el hombre garantice a la mujer que se quedará con ella. Ésta es una inversión que la mujer hace continuamente con sus lazos de pareja.
Por lo tanto, cualquier indicio que lleve a la mujer a pensar que desde un primer momento está invirtiendo en nosotros creará una especie de distorsión temporal. Consciente o inconscientemente, ella comenzará a sentir por nosotros una serie de emociones habitualmente reservadas a una pareja. Su inversión permitirá que nuestros pasos sean firmes en el sentido de concretar la posibilidad de avanzar en algún close con ella o incluso de tener sexo esa misma noche (desde ya, una de las situaciones donde más invierte una mujer es en la reproducción).
Entender este aspecto del comportamiento de una mujer nos será de gran ayuda a la hora de poner a trabajar sus emociones, tal que podamos aplicar nuestras técnicas y conseguir nuestros objetivos sexuales y románticos con ella. Lo que haremos, entonces, será aprender a medir esa inversión y también a generarla. Porque si la mujer no siente que está invirtiendo en la interacción, no asumirá nunca el riesgo emocional que luego le permitirá construir un vínculo.
*Fragmento de “El Juego de la Seducción” de Martín Rieznik y Mike Tabaschek adaptado especialmente para INFOBAE.COM
El Juego de la Seducción es un manual práctico destinado a todo hombre interesado en las mujeres. Describe paso a paso las diferentes etapas del proceso de seducción y enseña técnicas concretas para aplicar en situaciones reales: desde el momento de iniciar una conversación (ya sea cara a cara u on-line) hasta la concreción sexual. En la web de la editorial se puede descargar gratis los primeros capítulos del libro.