Por: LevantArt
No hay dudas de que el humor es uno de los componentes que más contribuye a generar una situación de acercamiento y atracción sexual. En una situación de levante, ya sea en un bar o en una fiesta, es difícil imaginar que una conversación aburrida y monocromática termine en la cama.
Sin embargo, es importante entender que una cosa es ser divertido, y otra muy diferente, hacer “el payaso”. Los “payasos” suelen captar la atención de las mujeres pero solo por un tiempo limitado y rara vez alcanzan el objetivo de irse acompañados.
En su libro “Seductor Infalible”, Germán Muhlenberg analiza algunas estrategias para mantener la conversación fuera del pantano del aburrimiento y avanzar en la seducción con onda:
Malinterpretar lo que las mujeres digan. Por ejemplo, cuando ella dice “hagámoslo” (en cualquier contexto), le decimos: “creo que estás yendo demasiado rápido”.
Buscar insinuaciones sexuales. Si ella dice que tiene frío: “hey, no te voy a abrazar”. Si dice que tiene calor, “¡Es que estás muy cerca de mí!”. Si ella dice: ¿cuantos tenés?, “¿Estamos hablando de centímetros?”
Exagerar lo que dice o hace. “Esa cartera es enorme, ¿llevas un arma?”. O si ella tiene un trago de color verde: “ese trago parece radiactivo”. Si ella dice hoy tengo el pelo horrible, “bueno yo no quería decírtelo antes” (ojo de exagerar con cuestiones corporales o con la edad; si dice que está gorda, mejor no decirle que parece una ballena).
Conectar situaciones de manera divertida con elementos de la cultura popular. Ya sean programas de tv, películas, libros, etc.
Otra buena manera para burlarse es encadenar una crítica dura (jugando) con un elogio sincero. Por ejemplo, “esos zapatos amarillos te hacen lucir como la payasita más atractiva del mundo” o, si la ves indecisa por algo, le decís: “tanta indecisión te va a traer problemas en la vida, siempre me pareciste muy inteligente”. Es una combinación de amargo-dulce. Puede generar un buen impacto y no siempre es necesario que haya una relación entre la crítica y el elogio.
También utilizar el sarcasmo es bastante polarizante, y por ese mismo motivo puede ser chocante. Es humor irónico, no es hiriente en forma directa, sino subliminal, sin embargo pueden haber momentos en que sea de mal gusto. El sarcasmo es el más difícil de comunicar por mensaje de texto. Es conveniente tener cuidado con eso.
Es importante no ser excesivos, no estar intentando mantener la interacción, sino que sea algo que les resulte más o menos natural. En el humor, siempre funciona bien mantener una postura seria cuando hacemos un chiste y no reírnos tanto, sólo lo justo y necesario. Hacer chistes con el rostro serio genera un mayor impacto. También ayuda mucho leer libros o mirar videos de humoristas, y prestar atención a los puntos recién mencionados para crear humor. No está mal buscar chistes o frases, pero no es lo más importante.
Muchas veces puede que ellas se muestren enojadas. Es ahí cuando debemos aprender a diferenciar si lo hacen porque se sintieron ofendidas o porque intentan llamar nuestra atención. Otras pueden sonreír y haberse ofendido. No todas las bromas caen bien con cualquier chica o en cualquier situación. Por lo general si sobreactúan el enojo es porque vamos bien. Pero si ella realmente se molesta, quizás sea porque fuimos demasiado indiscretos. En ese caso, lo mejor es pedir disculpas y ya está.
* Del libro Seductor Infalible: guía para desarrollar una personalidad atractiva, del escritor Germán Muhlenberg. Los primeros capítulos pueden descargarse gratis en la web de la editorial.