Katharina Wagner llegó este miércoles a Buenos Aires y se reunió brevemente con el director artístico del Teatro Colón, Pedro Pablo García Caffi. Con abogados de ambas parte de por medio se dio por finalizado el contrato que la unía contractualmente con la casa lírica. Más allá de firmar una salida elegante su accionar previo estuvo distante de serlo. La directora del Festival de Bayreuth, en un acto de violenta irresponsabilidad, tomó recientemente el compromiso de la puesta en escena de un festejo de la automotriz alemana Audi programado para el 11 de noviembre en la ciudad de Ingolstadt, a sabiendas de que su contrato con el Teatro Colón estipulaba que debía dirigir durante las seis semanas previas al estreno los ensayos de “Colón Ring”, la versión compacta de la tetralogía de Richard Wagner.
Katharina Wagner había excusado su viaje relámpago de la semana pasada con categóricas expresiones públicas desde Alemania contra el funcionamiento del Teatro Colón: “Lamentablemente encontramos unas condiciones en las que no se puede trabajar” “Yo no tengo dudas en el proyecto en sí, pero naturalmente uno tiene que empezar a dudar si ni siquiera recibe respuesta a la pregunta de cuándo se puede empezar a trabajar” “De forma realista… lo que falta no se puede conseguir en dos días” “Esperaremos“. De esta manera la reggiseur quiso ocultar su falta de profesionalismo a la hora de cumplir los acuerdos firmados y su poco compromiso artístico con un proyecto que ella en persona avaló desde un principio. El 16 de octubre pasado la prensa de su país informaba que Wagner había aceptado una propuesta de la automotriz alemana Audi para llevar adelante la puesta en escena de su gala conmemorativa “50 aniversario del programa cultural de Audi” a realizarse el próximo 11 de noviembre en la ciudad de Ingolstadt. Wagner aceptó la propuesta, del principal sponsor del festival que ella dirige, sabiendo que para esa fecha tenía que estar dirigiendo en Buenos Aires. El contrato con el Teatro Colón no deja lugar a duda: Katharina Wagner debe dirigir los ensayos durante seis semanas previas al estreno de “Colón Ring” previsto, desde hace un año, para el próximo 27 de noviembre. Su decisión de ensuciar la imagen del Teatro Colón con críticas públicas a su funcionamiento fue una triste maniobra para intentar posponer el estreno de la versión compacta de “El Anillo del Nibelungo”, recibió como respuesta que la fecha del estreno es inamovible y también un rotundo rechazo a las críticas a supuestos retrasos en los preparativos. El contrato se debe cumplir por lo tanto Wagner tuvo que decidir entre dirigir en la fábrica de autos del principal sponsor del Festival de Bayreuth o en el Teatro Colón (no creo que haya pensado en pedirle a Audi que postergue la fecha de su fiesta), eligió finalmente estar al frente de las festividades de la automotriz alemana. Una vez más los compromisos económicos dejan por el suelo a los artísticos. Mientras tanto el Teatro Colón sigue trabajando camino al estreno del por demás accidentado “Colon Ring”, los ensayos de la orquesta comenzaron el martes con la dirección de Roberto Paternostro y sin Julien Salemkour, el director musical renunciante que se designó en un principio y ya se habla de reemplazar a Katharina Wagner por la directora argentina Valentina Carrasco, integrante de La Fura des Baus, quien trabajó en la presente temporada en el teatro con la puesta de escena de Edipo de George Enescu.
A la espera del anuncio oficial por parte del Teatro Colón debemos decir que ambas partes ya brindaron sus versiones del hecho, por cierto distantes entre sí. Cada uno que saque sus propias conclusiones, pero la realidad señala que Katharina Wagner firmó recientemente un contrato con Audi (principal sponsor del Festival de Bayreuth) mientras caían desde el cortapapeles las hilachas de un compromiso anterior firmado con el Teatro Colón. Los contratos se deben honrar y en todo caso hacerse cargo por no cumplirlos, Wagner seguramente hará esto último pero su accionar previo se pareció mucho a los de la hechicera Ortrud, personaje oscuro de la ópera “Lohengrin” de Richard Wagner.
El “leitmotiv” de la polémica y el conflicto una vez más se hizo presente, toda una tradición wagneriana. La relación entre Katharina Wagner y el Teatro Colón ya es historia. “Cuando me llamaron de Audi para organizar el programa de aniversario, no dudé. Rara vez tienes la oportunidad de trabajar con artistas de todas las áreas en un ambiente inusual” señaló entusiasmada Wagner al ser contratada por la automotriz alemana. A partir de ahora si quieren saber más sobre su vida artística y su agenda profesional seguramente la encontraran en #Conduciendo, el blog de Infobae dedicado exclusivamente a los autos de todo el Mundo.
Alejandro César Villarreal