Un nuevo año comienza, se renuevan las esperanzas, fluyen los abrazos y los buenos deseos se reparten indiscriminadamente como volantes callejeros… uno de ellos bien podría ser este “post” que promociona los títulos de ópera que se presentarán en los principales escenarios líricos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Como buen volante no distingue gusto musical, clase social ni capacidad intelectual de quien lo recibe. Justamente así es como funciona ese papelito entregado en la vía pública, su única finalidad es terminar en manos de una persona sin importar si éste es un potencial cliente de lo que se ofrece. Pero el mensaje llega.
En una manera directa de querer “democratizar” la ópera bien sirva este ejemplo para que todos los actores del mundo de la lírica llevemos adelante una promoción masiva del género más allá de los límites que lo rodean históricamente. Por delante tenemos una nueva temporada con títulos que deben ser fomentados a niveles populares si es que queremos llevar gente nueva a la ópera. Un tema recurrente de estos tiempos, puertas adentro de los teatros líricos del mundo, es la problemática a la que se enfrenta esta música y que desde este medio ya he planteado (Una situación límite para la ópera). Un volante es una forma masiva y económica de realizar publicidad en la vía pública, su lectura al paso debe generar interés en quien lo recibe y debe ser entregado habitualmente pero no necesariamente solo en los ámbitos donde se mueve el posible consumidor potencial. Propongo a las compañías de ópera que además de publicitar como habitualmente se hace con afiches, en medios gráficos y audiovisuales afines al público que se interesa por la ópera salgamos a la calle a interesar gente con un sencillo papelito pero con un mensaje directo y así tratar de imponer de manera popular el género. No me imagino media página del Teatro Colón promocionando “Carmen” en el diario Crónica. ¡Pues bien hagámoslo! Debemos quitarnos el traje de elitistas si queremos atraer nuevos públicos a la ópera, se trata de imponer la necesidad de conocer lo hasta ahora desconocido y este es un trabajo necesario que se debe hacer sin más. Rompamos las barreras generacionales, la popularidad no debe pasar necesariamente por la vulgaridad. “Popular” es la palabra tan temida por los tradicionalistas de la lirica, se puede llegar a mucha gente sin traicionar en absoluto las formas musicales. De llevar gente a la ópera se trata y es obvio que la solución no yace solo en la entrega de un volante a dos colores pero creo que es una herramienta valedera que junto a folletos, afiches y publicidad suma para dar solución a este presente complicado por el que pasa el género.
Un mensaje conciso, breve y llamativo es suficiente para que un transeúnte se de por notificado de lo que intentamos promocionar. Es por esto que a continuación les presento una serie de volantes económicos en texto e imagen que en conjunto representan cronológicamente a manera de agenda todas las opciones líricas que tendremos a lo largo del año 2013 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De internautas a transeúntes, pasen y tomen sus volantes a manera de recordatorio, pueden imprimirlos, guardarlos y/o repartirlos. Sepan con certeza que todos sin distinción de clases ni edad podemos disfrutar de esta maravillosa música, incluso desde lo económico la ópera resulta accesible ya que existen entradas con precios que se adecuan al poder adquisitivo de cada uno. Lo importante es que nazca en todos esa necesidad de saber de que se trata, nada puede oponerse a las ganas y para eso debemos trabajar en generarlas. ¡Feliz Año Lírico 2013 para todos y todas! Y recuerden no arrojar estos volantes a la Vía Pública.
Alejandro César Villarreal