“Con niños y jóvenes no se puede experimentar”.
Esto dijo el Papa Francisco refiriéndose a lo que él llamó “manipulación educativa”, durante la reunión que mantuvo con la delegación de la Oficina Internacional Católica de la Infancia (BICE),
De esa reunión se difundieron solo algunas “frases de titular” sobre aborto e infanticidio, mas analizando el contenido del mensaje papal, se ve claramente que el centro (y la mayor parte) de ese discurso habla de la educación y de su opuesto, el adoctrinamiento.
La paja en el ojo ajeno
Francisco decidió intercalar sus críticas al adoctrinamiento con lo que él sabía que sería tapa de los diarios del mundo entero: “hacerme cargo de pedir perdón del daño que han hecho (sacerdotes católicos) por los abusos sexuales de los niños”.
Primero, la viga en el ojo propio.
Uno puede pensar asimismo que las declaraciones de Francisco no son ajenas al debate (con el que Europa coquetea), sobre la “teoría del género” y que se mete de lleno en él argumentando la posición histórica de la Iglesia:
“…es preciso reafirmar el derecho de los niños a crecer en una familia, con un padre y una madre capaces de crear un ambiente idóneo para su desarrollo y su madurez afectiva”.
Ecos totalitarios
Las frases de Su Santidad referidas a las modas de pensamiento, sobre todo al hablar de experimentos, resuenan con ecos lúgubres sobre lo peor de los totalitarismos y su desprecio por la dignidad humana, ecos que pareciera querer reforzar y hacer presentes cuando afirma que:
“Los horrores de la manipulación educativa que hemos vivido en las grandes dictaduras genocidas del siglo XX no han desparecido… ”.
Inmediatamente, Francisco explica que esos horrores “… conservan su actualidad bajo ropajes diversos y propuestas que, con pretensión de modernidad, fuerzan a caminar a niños y jóvenes por el camino dictatorial del pensamiento único”.
Baile de disfraces
Como en otras oportunidades, Su Santidad nos hace ver que detrás de una pretendida corrección política y de ideas libertarias (siempre individualistas), hay un paralelo entre la violencia y la coerción de un pensamiento globalizado y los estragos de otros totalitarismos, menos disimulados tal vez que la “modernidad”, pero igual de nefastos:
“Me decía hace un poco más de una semana un gran educador: a veces uno no sabe si con estos proyectos – se refería a proyectos concretos de educación – uno manda al chico a la escuela o a un campo de reeducación”.
Campos, Reeducación, Manipulación, Experimentos. Más ecos.
Laboratorio Argentina
“Esto comporta al mismo tiempo apoyar el derecho de los padres a la educación moral y religiosa de sus hijos. Y en este punto quisiera manifestar mi rechazo a todo tipo de experimentación educativa con los chicos”.
Nuestro país ha entrado en un debate que responde a intereses internacionales, sin pensar ni detenerse a considerar si era necesario para nuestro pueblo y sus condiciones de vida de hoy. Así, gratuitamente, se sometió a los chicos a experimentos educativos fracasados en todo el mundo.
Esos experimentos han puesto y siguen poniendo la ideología por delante de la realidad de nuestros niños y jóvenes, y los resultados escandalizan sobre todo si pensamos que nuestra educación pública fue faro y envidia del mundo.
En un país con serios problemas estructurales de salud, seguridad, educación, vivienda y trabajo, el debate y los logros pasan por el paradigma del rosa y el celeste.
Vale preguntar si esto es un error o una estrategia cuando hoy mismo se insiste en aplicar a las corridas métodos sui generis de educación exprés y publicitarlos como logros de inclusión.
“Trabajar por los derechos humanos presupone mantener siempre viva la formación antropológica, estar bien preparados en la realidad de la persona humana, y saber responder a los problemas y desafíos que plantean las culturas contemporáneas y la mentalidad difundida por los medios de comunicación social”.
La Educación Integral
“… enfrentar con los valores positivos de la persona humana los nuevos desafíos que nos traen las culturas nuevas” resumió Francisco y, directamente a los representantes de BICE, recomendó:
“Para ustedes, se trata de ofrecer a sus dirigentes y funcionarios una formación permanente sobre la antropología del niño, porque es ahí donde los derechos y las obligaciones tienen su fundamento”.
De esa “antropología del niño” Francisco hace depender “el planteamiento de los proyectos educativos”
Tenemos allí tres puntos que tal vez fuera interesante recoger y plantearlos dentro de una política educativa nacional:
- Valores positivos
- Antropología del Niño
- Libertad de conciencia
Quizá no haya sido casual que mencionara a Buenos Aires el final de sus palabras:
“Me viene a la mente el logo que la comisión de protección de niñez y adolescencia tenía en Buenos Aires, que Norberto conoce muy bien. El logo de la Sagrada Familia arriba de un burrito, escapando a Egipto, defendiendo ese Niño. A veces para defender hay que escapar. A veces hay que quedarse y proteger. A veces hay que pelear. Pero siempre hay que tener ternura. Gracias por lo que hacen”.