De “Aliados” y “Farsantes”

#RespiroTV

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Gran noche de estrenos la de ayer. De vestido de gala, maquillaje y peinado. De adrenalina, curiosidad y concentración frente a la pantalla. El único día en que dejamos todo lo que estamos haciendo para mirar sin pestanear. Porque a partir del segundo, la atención se dilata, y aunque podemos seguir el hilo, lo hacemos con más naturalidad. Fue noche de gala para Telefe y El Trece. Jornada de aliados y farsantes,dos grupos muy distintos que sólo coincidieron en la fecha de debut.

Comenzamos por la nueva propuesta de Cris Morena, y aunque caigamos en una redundancia extrema, no se puede dejar de decir que se produjo su vuelta a la TV tras el fallecimiento de su hija Romina y que su proyecto tiene mucha de ella, de las dos; de la presencia/ausencia de Romina, del vínculo distinto que ha constituido Cris con su recuerdo; tan solo por nombrar, el logo, que es fruto de un dibujo hecho por Yan, el “ViveRO”, el título de la canción “Amor mío” (ficción que protagonizó junto a Damián De Santo), los nombres de sus hijos vistiendo personajes y esos seres que, desde otro plano, proveen de energía y luz a las criaturas de este lado del planeta.

“Guerra entre dos mundos”, definieron muchos, y no está mal. Igualmente prefiero decir que se trata de una convivencia entre esas dos dimensiones. Unos que están, y que antes de que se vayan definitivamente, tienen la posibilidad de redimirse gracias a la colaboración de otros que pertenecen al cielo, al infinito, a “la esfera de la luz”, o a ese lugar al que, los convencidos de que existe un “más allá”, creen que van a parar los que abandonan este mundo.

Aferrada a dos de los chicos más relacionados con su factoría -Peter Lanzani y Pablo Martínez-y en medio de viejos conocidos  (Dolores Fonzi, Boy Olmi), nuevas caras, buenos actores y talentosos “hijos de”, a las 21 hs. Cris Morena, presente en todo, pero ausente en pantalla, cortó la cinta de inauguración de este proyecto híper cosmopolita que tiene algunas diferencias con sus ciclos anteriores.

Se trata de un unitario, primera vez que la productora ensaya este formato. En segunda instancia,  se emite en el prime time cuando sus anteriores propuestas siempre fueron a las siete de la tarde. No obstante, también guarda similitudes con la última temporada de “Casi ángeles” , más que nada porque esta cuarta edición estaba integralmente dirigida a jóvenes (y no a niños), porque la ciencia ficción ya estaba a la orden del día con chicos que eran sometidos a procesos de reseteo que le quitaban los recuerdos de su mente y les implantaban una vida frívola y carente de sentimientos que no era la que habían transitado hasta llegar ahí.

Planteaba una dualidad extrema entre “La Resistencia” y el mundo “indoor” del campus en el que estaban reclutados “los reseteados”; un líder, una lucha, un muro por derribar, un tipo de vida y un tipo de muerte, ideales por los que pelear y por los que morir.

Aún así, “Aliados” no es igual Es otra cosa. Claramente no es “Chiquititas” ni “Floricienta”. Sin embargo, no es la primera vez que Cris se anima a explorar mundos más densos que el “Rincón de luz”.

En materia de postproducción, creatividad, conceptos “subnaturales” y espejimos estereotipados, ella, la madre del Gerente de Programación de Telefe, la tiene más que clara. También es especialista en superpoblar sus tramas de nombres, conceptos y consigas rebuscadas que gracias a la pluma cálida de Leo Calderone, terminan por ser jeroglíficos con resolución.

Sus “fetiches” también asomaron cabeza en esta nueva apuesta: la presencia del lugar común donde se reúnen los protagonistas -un orfanato, una mansión, un colegio, una casa compartida, o un hotel, en este caso-, el colectivo “hippón”, la presencia de objetos “retro”, el hilo conductor en manos de una voz en off, la fantasía y los ricos y los pobres.

Terminado “Aliados”, llegó “Farsantes”…

Más cerca de las 23, que de las 22.30 hs, puso primera la nueva apuesta de Adrián Suar con la cara de Chávez, su oficio, su talento y su impronta presentando en sociedad una ficción soñada como unitario y estrenada como tira.

En la primera escena, los espíritus de José Chokaklian (“Tratame bien”) y “El Gitano” (“El puntero”) resurgieron en Guillermo, la nueva criatura de Chávez, que al igual que sus antecesores, es cabrón y defiende sus derechos a ultranza.

Sabor a unitario/miniserie hubo en muchos pasajes: pocos personajes, elenco coral -y sin una pareja de hombre/mujer como centro de la escena-, casos resueltos en el día, escenas largas, risas y susurros sobre la música del final, cierres de capítulos,muchos exteriores y una pluma -la de Mario Segade- y una dirección -la de Daniel Barone-, más acostumbradas a la versión “de una vez por semana” que a “la de todos los días”.

En este primer contacto pudimos conocer bastante, o por lo menos suficiente para decidir si continuar viéndolo o bajarnos del barco ya.

Además, Pol-ka y sus “favoritos” también dijeron presente: : Leonor Manso como “la pesada” madre de la protagonista (esta vez en tono “zezudo”), Gamboa y Zylberberg -auténticas “chicas Suar”-, parejas constituidas, pero desintegradas y Casero interpretando siempre al “caído del catre”, pero gracioso y celebrado.

No faltó el clásico latiguillo que Chávez trae a colación en cada una de sus composiciones , ni tampoco la apacible actuación de Facundo Arana, quien no lo hace mal, pero pareciera ser que siempre hace lo mismo con distinto nombre.

Festejamos el arribo de una ficción como“Farsantes” porque me animo a afirmar hoy que, por el perfil de su equipo mentor, no se rendirá ante las arterias del culebrón, y aunque resulta complicado prever como irá a mantener un ritmo de unitario de lunes a jueves, está bueno apoyar una excepción.

Entre aliados y farsantes transcurrió la noche del miércoles. Al fin de cuentas, no son incompatibles, compartieron día de emisión y además, para poder ser uno de los segundos, inevitablemente se necesitan de los primeros.