Por: Daniela Escribano
Que el encendido baja cada día más. Que la pantalla está fría. Que el rating ya no se puede concebir como tal. Que hubo una “fuga de capitales” hacia el cable y que ya casi nadie se sienta a seguir programas por TV abierta cuando existe la posibilidad de hacerlo vía web.
Todos argumentos válidos para explicar por qué el programa más visto del día puede ser de 10 puntos. Y sí, veníamos bien hasta ahí, pero apareció “Avenida Brasil” para clavar 15 puntos a las cuatro y media de la tarde en medio de la peor ola de calor y todas las hipótesis se desvanecieron.
¿Cómo puede ser que una ficción en el prime time deba librar una batalla para llegar a los dos dígitos y otra en la primera/segunda tarde llegue tan fácilmente para convertirse en el fenómeno de 2014? No hay explicaciones demasiado sólidas. Para colmo, la novela del momento es de factoría carioca y le gana a sus competidores directos y a los antiguos monstruos de la noche de producción local.
Que la historia es atrapante, no quedan dudas. Que la inocencia de “Patata” y “Rita” trasladada a “Jorgito” y “Nina” mueve montañas, también. Aún así, hay que destacar los varios factores en contra que, en caso de que su programación no hubiese funcionado, tendríamos a mano para mencionar. A saber: 1) El horario en el marco de un verano furioso. 2) Que la costumbre de la telenovela vespertina parecía haberse perdido. 3) Que desde “Pasión de gavilanes” y “El color del pecado” una historia importada no alcanzaba tamaños niveles de audiencia. 4) Que la ficción completa está subida a la web.
Pero funciona, vaya a saber porqué. No obstante, no es el único ejemplo de historia de afuera que va muy bien acá adentro, en nuestras fronteras televisivas, en nuestra TV abierta, ya que “Pablo Escobar, el patrón del mal” también transita una historia similar, claramente con números más bajos, pero muy buenos para la pantalla de Canal 9 y el horario que ocupa.
De hecho, día tras día se convierte en el programa más visto de la señal y le presenta una competencia ajustada a “Solamente vos” y “La nave de Marley”, entre otras propuestas.
Pero el gran dolor de cabeza de los productores locales no sólo viene con estampilla extranjera, ya que dentro de las fronteras de la TV argenta, pero afuera de la “abierta”, también existe un ciclo que se acerca mucho en cuestión de números. Hablamos de “Viva la tarde”, la propuesta con la que Ideas del sur volvió al ruedo y que sábados y domingos se puede ver por la pantalla de C5N.
Con esencia de programa de TV abierta, una impronta “tinellesca” a flor de piel y un mix de “La cocina del show” y “Este es el show”, en dos fines de semana, el programa conducido por Nicolás Magaldi se convirtió en una alternativa para quienes buscan programación de semana durante los sábados y domingos y sobre todo para quienes se encuentran haciendo temporada en los principales centros estivales.
Así, la TV abierta tiene viviendo “en casa” a dos de sus enemigos, y de vecino, a un tercero. El enemigo viene de afuera en forma de lata y también viene de adentro y vive en una casa cercana.
Trasladar ideas puede ser una opción, reproducirlas, otra, pero ¿quién puede asegurar que irán a funcionar? Nadie, mientras tanto, el enemigo está identificado y vive entre nosotros.