Por: GUIDO CANNETTI
La pelea con Marco Beltrán tuvo un resultado que no tiene perdón, porque luego de que empatáramos el primer round, gané y dominé los primeros cuatro minutos del segundo y él solo consiguió dominarme los últimos sesenta segundos.
Los jueces no entiendo cómo vieron la pelea, fue muy raro. Era un empate y hacer un tercer round pero Beltrán no podía seguir peleando. Acusó una patada en la cabeza, que no impactó, el se tira al piso y le pasa cerca.
Pero como venía ganando la pelea yo, acusa eso para recuperarse o para que me descalifiquen. Nadie entendió como lo dieron ganador, todos esperaban que yo lo mate, el sobrevivió y se escapó todo el combate por ese no pude aniquilarlo. No buscaba pelear. Después el descarado salió a pedir que acepte la derrota, cuando perdió por goleada.
En los días previos todo estuvo tranquilo en la casa, hicimos una competencia en el pool entre los dos equipos que perdimos pero estuvo divertida, tras la derrota nos tuvimos que tirar al jacuzzi pero el agua no estaba tan fría.
Sí en el careo se puso un poco más picante el clima, él quería tomar coraje, sabía que iba a hacer la pelea más difícil de su vida, sus compañeros no me habían elegido para pelear porque me tenían miedo.
Tras la pelea no puedo entender como había pasado eso, empecé a comer bastante pero volví a entrenar porque me siento bien, siento impotencia por no llegar a la semifinal pero espero tener otra oportunidad.