Por: Mariana Lorenzo
Comienza un nuevo año y pareciera que todo es diferente. Por algún motivo, es como si empezáramos de nuevo. Nos proponemos arrancar la dieta, dejar de fumar, empezar a hacer deportes, renunciar a ese trabajo que nos consume la vida, terminar con esa persona que nos anula, conocer gente nueva, hacer ese viaje. ¿Cuántos comienzos pusiste en tu lista? ¿Cuántos de esos, que habías escrito en la lista del año pasado, pudiste terminar?
Todos los días tenemos un nuevo comienzo y, a veces, aparecen en los momentos más remotamente impensados. A veces, nacen en la madrugada, despertándonos del sueño profundo, para estallar en miles de chispas que nos iluminan en forma de idea. A veces, nos encuentran a medio camino entre lavarnos los dientes e irnos a acostar.
Quizás una mañana te sorprendió justo después de lavarte la cara y mirarte al espejo. Quizás justo ahora, al leer estas palabras.
A veces, los comienzos significan renuncias. A veces, comenzar significa rendir esa traba que pone uno mismo en querer que todo sea como uno quiere que sea, de la manera en la que uno quiere que sea. Incluso los finales son parte de los comienzos en un ciclo que, irónicamente, nunca termina. Tal vez 2014 se llevó consigo personas, momentos, risas y lágrimas. Y quién sabe, a lo mejor, 2015 traerá más de todo eso.
Así que tenemos frente a nosotros todo un “año nuevo”, pero no olvidemos que todos los días son “nuevos”. Todos los días traen instantes repletos de comienzos y también de finales. Y eso es genial.
Concluyendo, siempre avanzamos, no hay manera de retroceder en el camino de la evolución, incluso cuando nos rodeamos de situaciones en las que pensamos que estamos perdiendo.
Bienvenidos los finales y comienzos. Bienvenida la consciencia de saber que todo termina, empieza, cambia, crece y está siempre en movimiento. ¡Bienvenido 2015!
“El día de hoy no se volverá a repetir. Vive intensamente cada instante, lo que no significa alocadamente; sino mimando cada situación, escuchando a cada compañero, intentando realizar cada sueño positivo, buscando el éxito del otro; y examinándote de la asignatura fundamental: el Amor. Para que un día no lamentes haber malgastado egoístamente tu capacidad de amar y dar vida” Carpe Diem. (La sociedad de los poetas muertos)
Importante: Todas las asanas deben aprenderse con la guía de un Instructor calificado.