Por: Mariana Lorenzo
El mes pasado escribí un post acerca de mi primera clase de Sutras, base filosófica del Yoga, en el que vimos los primeros diez. Hoy les contaré acerca de la segunda clase y lo difícil que es comprender con nuestro cerebro actual un escrito tan maravilloso.
1-11 anubhuta vishaya asampramosah smrtih
(La memoria es no dejar escapar objetos o fenómenos experimentados)
1-12 abhyasa vayragyabhyam tad nirodah
(Esa suspensión de actividades mentales, que es Yoga, es conseguido a través de la práctica y el desapego)
1-13 tatra sthitau yatno abhyasaha
(Práctica es poner esfuerzo en estabilizar la mente –detener las actividades–. De esta forma, la conciencia se manifiesta)
1-14 satu dirgha kala nairantarya Sankara asevitah drdha bhoomih
(Uno está bien establecido en la práctica tras haberla practicado ininterrumpidamente, por largo tiempo y con gran devoción)
1-15 drsta anusravika vishaya vitrsnasya vashikara samjna vairagyam
(Desapego es la maestría de no desear objetos vistos u oídos)
1-16 tat param purusha khyateh guna vaitrsnam
(El más alto desapego procede de conocerse como conciencia pura –verdadera naturaleza–, así no hay sed de manifestación de gunas)
1-17 vitarka vichara Ananda asmita roopa anugamat samprajnatah
(El samadhi con objeto consiste en etapas de absorción con conciencia física, absorción con conciencia sutil, absorción con conciencia de bienaventuranza y absorción con conciencia de ser alguien)
1-18 virama pratyaya abhyasa purvah samskara sheshah anyah
(Más tarde –en el nivel Asmaprajnata Samadhi–, cuando uno continúa la práctica de la cesación de los movimientos de la mente, los anteriores cuatro tipos de cognición se disuelven, dejando únicamente la idea de detener)
1-19 bhava pratyaya Videla pakrti layanam
(Entre los Seres sin cuerpo y los absorbidos en la naturaleza, existe la intención de renacer)
1-20 sraddha virya smrti samadhi prajna purvaka itaresam
(Para los Yoguis, en cambio, la práctica es alimentada por la convicción, el vigor, el recuerdo samadhi y por el conocimiento)
Floto con mi mente en el mar de “no comprendo absolutamente nada de lo que me acaban de tratar de enseñar”, pero al mismo tiempo tengo la sensación de ya haberlo estudiado antes, de ya haber recorrido estas mismas palabras en otro tiempo, en otra vida.
También se me viene el recuerdo de otros textos leídos, en los que aprendí que hay enseñanzas que trascienden la dimensión que conocemos, por ejemplo el Kybalion. Intento traspasar mis limitaciones mentales finitas para recordar que mi Ser es parte de algo más grande.
Es como si la humanidad toda fuera un infante apenas comenzando a caminar pero con ganas de correr. Al final no hay otro camino más que tenerse paciencia y mirar hacia adentro. Intentar llegar a esa fuente energética que somos, que observa inmutable la vida humana que vivimos, vida tras vida.
Cito las palabras de mi Maestro, Alejandro Chiarella: Estoy despierto consciente de que soy. ¿Y qué soy? Cuando me hago esta pregunta, ¿qué soy?, puedo tomar dos caminos diferentes: empezar a pensar soy tal persona, hago tal cosa, soy así, soy asá, cosa que no es el camino del Yoga. O puedo sentir que desde la profundidad, puedo decir, desde el corazón, desde la profundidad del corazón, surge algo que es presente que es lo que soy intrínsecamente y esencialmente. ¿Qué forma tiene?, no tiene forma. ¿Dónde vive?, surge del corazón pero está en todos lados. Al no tener forma y estar en todos lados, entonces es único, es absoluto. No intento comprender, simplemente me hundo en esa dimensión de Ser. En esa presencia que soy. Increíblemente todo lo que hago requiere un esfuerzo o tengo que llegar a un lugar donde no estoy. Aquí es exactamente lo contrario. Como voy a donde yo soy y, soy desde el centro, lo que tengo que hacer es soltar todo para hundirme en el centro de lo que soy. Las diferentes envolturas, la primera es el cuerpo, suelto todo el cuerpo para que no sea un obstáculo para percibirme como conciencia pura. En el aspecto interno, no pienso, para que la mente sea transparente a la luz que brilla desde el centro de lo que soy. Y esa luz es vida. No es “mi vida”, cuando yo hablo de “mi vida” hablo de una serie de pensamientos, de hechos y acontecimientos que me llevaron a ser lo que yo creo ser hoy. No es “mi vida” sino que es VIDA. Yo soy vida, por eso no puedo tener vida. No es que “tengo una vida”, SOY VIDA, se siente como una luz o como una irradiación que puede ser calor, puede ser amor. Y esa vida está en todos nosotros de la misma forma, no hay uno de nosotros que es menos vida y otro que es más vida. Y esa vida está por igual en el reino vegetal y en el animal, desde el Centro de la fuente central, parece ser que viaja, traspasa lo manifestado y toma diferentes formas. Cada una de esas formas se cree propietaria de esa vida, pero son simplemente formas que externamente visten a la luz que es única y absoluta.
Gracias Maestro
“Querrás fijar una meta de suficiente envergadura como para que en el proceso de alcanzarla te conviertas en alguien que valga la pena ser” – Jim Rohn
Importante: Todas las asanas deben aprenderse con la guía de un Instructor calificado.