Por: Adriana Santa Cruz
Además de lo que ya explicamos sobre los verbos y sobre los significados de los tiempos verbales, es importante saber algo –aunque sea mínimo– acerca de las diferentes clases de verbos en español. Conocerlas ayuda a evitar ciertos errores que se reiteran.
Verbos regulares e irregulares
Los verbos irregulares son aquellos que presentan algún cambio en su conjugación respecto de los verbos regulares. Hay verbos de irregularidad común y otros que tienen irregularidades propias. Escribir apreto*, en vez de aprieto; enriedo* en lugar de enredo, o virtió* en lugar de vertió son errores más comunes de lo que puede parecer.
Verbos defectivos
Son los que solo se conjugan en algunos tiempos, modos y personas, es decir, los que tienen una conjugación incompleta. Ejemplos son acontecer, ocurrir o suceder que se conjugan solo en las terceras personas del singular y del plural: Sucedió un hecho extraordinario / Sucedieron hechos extraordinarios.
Sin embargo, hay que estar atentos a los cambios porque ciertos verbos antes considerados defectivos, como abolir o transgredir, hoy ya no lo son. Tradicionalmente, estos verbos solían usarse solo en las formas cuya desinencia empieza por i, aunque hoy se documentan y se consideran válidas el resto de las formas de la conjugación: Se abole la pena de muerte; Si se transgreden las leyes, habrá sanciones.
Verbos impersonales
Los verbos impersonales solo se conjugan en la tercera persona del singular. Al carecer de sujeto, el verbo no tiene variación de número. Los que suelen presentar dudas son haber y hacer porque también se comportan como verbos de conjugación completa. Son impersonales en los siguientes casos:
Haber cuando equivale a ‘existir’
Habrá reuniones durante la tarde (no Habrán reuniones durante la tarde*).
Hacer cuando indica estados atmosféricos o transcurso de tiempo
Hace varios días que no lo veo (no Hacen varios días que no los veo*).
Verbos transitivos e intransitivos
Los transitivos son aquellos verbos que rigen un objeto directo explícito o implícito (comprar, leer…); los intransitivos, en cambio, no admiten un objeto directo (ir, llegar…). Las dudas aparecen con algunos verbos que tienen un doble régimen sintáctico ya que pueden llevar o no objeto. Algunos ejemplos son:
Desayunar algo (transitivo) / Desayunarse con algo (intransitivo).
Necesitar algo (transitivo) / Necesitar de algo (intransitivo).
Profundizar algo (transitivo) / Profundizar en algo (intransitivo).
Verbos copulativos y no copulativos
Los verbos copulativos son aquellos que exigen como complemento un predicativo subjetivo obligatorio que puede ser un sustantivo, un adjetivo o una construcción equivalente: El paisaje es una delicia / maravilloso / de ensueño.
Quedan para otro momento los verbos pronominales que requieren una entrada completa por la variedad de sus formas y por los diferentes usos que presentan.