Usos semánticamente incorrectos II

#AsíSeEscribe

Los hablantes tenemos ciertas competencias que adquirimos a lo largo de nuestra vida a partir de la interacción con otros hablantes, a través de nuestras lecturas, por medio de nuestros aprendizajes sistemáticos o no. Sin embargo, todos nos equivocamos y, a menudo, cometemos errores relacionados con la semántica, es decir, con los significados de las palabras. En esta entrada vamos a analizar las diferencias entre libido / lívido; enjugar / enjuagar; desternillarse / destornillarse; escuchar / oír; entre otras.

Libido / lívido

Es común oír hablar de la líbido* (‘Deseo sexual, considerado por algunos autores como impulso y raíz de las más varias manifestaciones de la actividad psíquica’) transformando la palabra incorrectamente en esdrújula por contaminación con lívido (‘Intensamente pálido’).

Enjugar / enjuagar

Enjugar, con la acepción de ‘Cancelar, extinguir una deuda o un déficit’, no debe confundirse con enjuagar, ‘Aclarar y limpiar con agua lo que se ha jabonado’.

Destornillarse / desternillarse

¿Quién no escuchó alguna vez destornillarse de risa* en lugar de desternillarse de risa?

Escuchar / oír

Analicemos lo que dice el Diccionario Panhispánico de Dudas. Escuchar es ‘Poner atención o aplicar el oído para oír [algo o a alguien]’. Por tanto, la acción de escuchar es voluntaria e implica intencionalidad por parte del sujeto, a diferencia de oír, que significa, sin más, ‘percibir por el oído [un sonido] o lo que [alguien] dice’.

Puesto que oír tiene un significado más general que escuchar, casi siempre puede usarse en lugar de este, algo que ocurría ya en el español clásico y sigue ocurriendo hoy. Menos justificable es el empleo de escuchar en lugar de oír, para referirse simplemente a la acción de percibir un sonido a través del oído, sin que exista intencionalidad previa por parte del sujeto; pero es uso que también existe desde época clásica y sigue vigente hoy, en autores de prestigio, especialmente americanos, por lo que no cabe su censura.

A partir de lo anterior, la diferencia entre mirar y ver existe, pero en el uso sus significados son intercambiables, y ese intercambio está aceptado.

Otros ejemplos

Hay verbos que tienen en sí mismos un significado negativo o positivo. Por esta razón, ciertas combinaciones son inadecuadas, salvo que se quiera hablar metafóricamente o que se quiera dar al texto determinada intencionalidad: se atesoran cualidades, no desgracias; se acarrea daño, no felicidad; no se sufren mejoras ni se consiguen derrotas; se incurre en un error pero no en mal comportamiento; se perpetra un crimen, pero no negocios; alguien está plagado de heridas, pero no de triunfos. No se puede tachar de honesto a alguien, y se celebra la victoria, pero se conmemora la muerte.