Jackson Pollock, el artista que fue su propio pincel

#Efemerides

Hoy se cumplen 58 años de la muerte de unos de los más grandes pìntores del siglo XX. Paul Jackson Pollock es una de las figuras más importantes de la novedosa corriente pictórica que se vio en Estados Unidos llamada expresionismo abstracto. El gran contenido emocional de estas pinturas se explican debido a la convulsionada realidad que vivía dicho país: primero, el crack de 1929 y la subsiguiente gran depresión, y después, la Segunda Guerra Mundial. 

Jackson Pollock tenía grandes problemas con el alcohol y era un hombre solitario. Se casó con la artista expresionista Lee Krasner en 1954 la cual se volvió una gran influencia en la creación de su obra. Conocido por su estilo único de goteo -denominado Action Painting- dejando caer libremente la pintura sobre el cuadro estando éste en el suelo, Pollock dejó una marca profunda y auténtica en el arte moderno.

Pollock reemplazó el binomio pincel-caballete por el de artista-lienzo sobre el suelo, convirtiéndose en su propio pincel. Cuando le preguntaron el porqué de esta elección dijo: “En el piso me siento más a gusto. Me siento más cerca, más una parte de la pintura, ya que de esta manera puedo caminar alrededor de ella, trabajar en los cuatro lados y estar literalmente en la pintura”.

Al ver uno de sus trabajos, un mural gigantesco que hizo para la coleccionista Peggy Guggenheim, el crítico de arte Clement Greenberg escribió: “Le eche un vistazo y pensé, ‘esto sí es arte extraordinario’ y supe que Jackson era el pintor más grande que este país ha producido”.

Pollock murió a los 44 años el 11 de agosto de 1956 en un accidente automovilístico en su Oldsmobile convertible. Más tarde se develó que estaba borracho.