Por: Nicolas Lafferriere
En estos días, los cristianos celebran la vida. Celebran el misterio de una madre que, lejos de su hogar, en una periferia, da a luz en un pesebre, acompañada por su esposo y por unos humildes pastores. Muchos pueblos se unen a esta celebración.
Entre los muchos mensajes que nos deja la Navidad, desde este blog queremos compartir la alegría de la vida que nace. La alegría de la vida que se abre camino a pesar de los obstáculos. La alegría de la vida que, luego en la madurez, revelará el sentido profundo del existir, amando hasta dar la vida. La alegría de la vida que se comparte en familia y que, en familia, se comunica a todos. La alegría del amor de Dios que se revela poderoso en la humildad de un niño envuelto en pañales.
Ante tantos signos de muerte que nos rodean, que esta fiesta sea ocasión para celebrar la alegría de la vida.
¡Muy feliz Navidad!