Por: Damián Blanco
El pasado 7 de enero, Pepe Cibrián Campoy levantó el telón en el teatro Maipo con El hombre de la Mancha. Un verdadero clásico y una obra que lleva más de 50 años en los escenarios del mundo.
Ante la mirada de sus colegas, numerosos periodistas, famosos y amigos, el actor y director – en la piel de Don Quijote – estrenó con un nivel impecable.
Luis Ventura, Reina Reech, Graciela Borges, Enrique Pinti, Georgina Bárbarossa, Anama Ferreira, Roberto Piazza, Juan Darthés fueron algunas de las figuras que asistieron a la función.
Sobre el escenario Raúl Lavié, como Sancho Panza, y Cecilia Milone, como Dulcinea, complementaron a Cibrián a la perfección.
Ellos fueron sin dudas uno de los aciertos de la producción. La clave de un sobresaliente musical: intérpretes con un gran talento vocal dignos de encabezar un coro conformado por jóvenes prodigios del género.
En esta puesta es loable destacar el ingenio de Cibrián: resolver los requerimientos escenográficos para representar las escenas sin la necesidad de grandes estructuras. En su lugar: capitalizando al máximo la habilidad coreografía y actoral de su elenco. Así como también el escenario en su totalidad.
Por citar ejemplos, en cuanto a la simplicidad escenográfica: los molinos de viento eran recreados por precisos movimientos de brazos de los miembros de la obra durante un diálogo de Don Quijote. En cuanto al uso del escenario: muchas de las escenas comenzaron con el ingreso de algún personaje por laterales del escenario.
Por otro lado, debe destacarse el empeño de Lavié al trabajar en componer su personaje. El resultado está en escena: logra impostar la voz sin decaer en ningún momento, domina el humor que el papel le exige con picardía y explaya toda su expresividad para dar intensidad a lo que debe narrar en cada una de sus intervenciones.
No es menor lo realizado por Hernán Kuttel (co-director del espectáculo) recreando al Dr. Sansón Carrasco, Lucas Arbúes con un ovacionado paso de comedia junto a Alejandro Poggio como dos doncellas y Gastón Avedaño haciendo a un imponente posadero.
Una vez más el efecto mágico no estaría completo sin Angel Mahler, quien junto a su hijo, Damian, compusieron un atrapante guión musical. Crédito que también se llevan Mitch Leigh (música original) y Joe Darion (letra original). Canciones pegadizas y que ambientan las acciones si pretender sobrepasar a las acciones mismas.
Vale señalar que junto a los Mahler están: Dolores Stabilini, Martcho Mavrov, Carlos Di Palma, Daniel Cesano y Guillermo Masutti.
La duración del espectáculo sería de los pocos aspectos a críticar: más de dos horas sin intervalo. Algo que tal vez luego estudien incorporar. También sería recomendable un limite en la ambientación por medio de luces. Un recurso que, por momentos, resultó excesivo.
Las notables actuaciones de Christian Alladio, Patricio Wittis, Bruno Pedicone, Martín Selle, Ana Victoria de Vicentiis e Ivano Nardacchione completan los aspectos a resaltar de El hombre de la Mancha.
Esta fuerte apuesta – producción de Santiago Zenobi y Julieta Kalik – en la cartelera porteña para la temporada de verano conquistará al público por tratarse de una obra popular, divertida y del sello Cibrián-Mahler.
El hombre de la Mancha estará de miércoles a domingos en el teatro Maipo.